TIEMPO Cambiar de vivienda siempre conlleva tomar decisiones trascendentales. Especialmente si quien da el paso es una persona joven, porque en este caso puede estar ante uno de los dilemas más importantes de toda su vida: alquilar o comprar una casa. Una cuestión que nunca es sencilla de responder, y menos en el momento actual, tan cambiante y lleno de incertidumbre.
En Culmia sabemos que cada año miles de personas se plantean esta cuestión, así que hemos preparado un pequeño manual para ayudar a los indecisos a acertar. Por eso, si estás ahora mismo entre ellos, te animamos a que sigas leyendo, ya que quizá al terminar el artículo sepas mejor qué es lo que más te conviene.
Contexto actual del mercado inmobiliario
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la elección entre alquilar o comprar una casa puede verse muy condicionada por el momento actual. Lo que hoy quizá resulta más rentable, hace unos años no lo era tanto, y probablemente dentro de un tiempo también pueda cambiar. De ahí que sea imprescindible ‘empaparse’ un poco de la situación presente, tanto en el plano socioeconómico como en el que afecta directamente al sector inmobiliario.
En lo que respecta al mercado, hoy por hoy existe un evidente desequilibrio entre la oferta de viviendas y la demanda. La segunda supera con mucho a la primera, por lo que los precios de venta y del alquiler tienden a subir. Esto se debe, principalmente, a las siguientes causas:
- En el mercado de compraventa, a la insuficiencia de construcción de vivienda nueva por diversos factores, como la falta de suelo, el incremento de costes o la falta de mano de obra. La Sociedad de Tasación estima que se necesitaría construir entre 80 000 y 100 000 viviendas nuevas más al año para cubrir la demanda anual de 200 000 hogares del país. A lo que se añade también un fuerte desequilibrio entre el número de personas dispuestas a comprar (77 %) y el de los propietarios dispuestos a vender (17 %).
- En el mercado del alquiler, por el momento actual de escasa oferta. Se estima que en 2015 el 14 % de las viviendas en el mercado estaban disponibles para su arrendamiento, mientras que en 2023 este dato había caído al 7,60 %. Y la reciente Ley de Vivienda tampoco parece haber ayudado en este sentido, porque según la Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias, la oferta ha caído un 30 % en menos de un año.
Y a todo ello hay que sumar el panorama social y económico, marcado por la inflación, los altos costes de la energía y de las materias primas o la debilidad actual de la demanda exterior. Lo que nos lleva a asumir que, a corto plazo, el mercado mantendrá una línea continuista, con precios que no dejarán de crecer, aunque cada vez de forma más lenta.
Pros y contras de cada opción
Más allá de factores contextuales, entre alquilar o comprar una casa hay diferencias notorias. Es esta la razón por la que vamos a hablarte de las ventajas y desventajas de cada una de las dos opciones.
Alquiler de vivienda
Ventajas
- Es más cómodo y rápido: los trámites que hay que realizar son pocos en comparación a la compraventa, por lo que puedes empezar a disfrutar de tu nueva casa en poco tiempo.
- Hay mayor flexibilidad: el compromiso con la nueva vivienda es mínimo, porque, una vez que hemos superado el período mínimo de estancia, podemos dar por finalizado el alquiler. Esto es especialmente importante si no vamos a asentarnos en un lugar determinado o si realizamos una elección equivocada.
- No requiere tener grandes ahorros: el alquiler te permite vivir al día, así que no tiene una ‘barrera de entrada’. Basta con que te salgan los números cada mes para que puedas optar a una casa en este régimen.
- Los gastos de la vida en alquiler son menores: el propietario debe asumir las reparaciones relevantes que necesite la vivienda, así como los impuestos asociados. Por lo tanto, a corto plazo no es una opción tan costosa como la propiedad.
- Permite acceder a viviendas que, en el caso de la compraventa, resultarían prohibitivas: para las personas que no tienen grandes ahorros, el alquiler es la solución perfecta para disfrutar de viviendas que no pueden comprar. Y es que, en no pocas ocasiones, pasar de vivir de alquiler a comprar supone cambiar una casa grande por otra más pequeña.
Desventajas
- El pago del alquiler no es una inversión de futuro: el arrendamiento te permite pensar solo en el hoy, pero no en el mañana. Cada euro que gastes será para que vivas ese mes en la casa, pero no para que la disfrutes en el futuro.
- Hay un tiempo mínimo de permanencia: alquilar implica comprometerse a pagar sus cuotas durante el período mínimo que indique el contrato.
- No se puede reformar o modificar la vivienda: salvo que convenzas a tu casero, no podrás hacer obras importantes en la casa para dejarla a tu gusto.
- Incertidumbre: el propietario puede dar por finalizado el contrato de arrendamiento si avisa al inquilino con la suficiente antelación. Por lo tanto, un alquiler no es sinónimo de estabilidad.
Compra de vivienda
Ventajas
- La casa es de tu propiedad: tu casa, tus decisiones. Puedes reformarla o decorarla plenamente a tu gusto y utilizarla según te convenga, ya que tendrás la opción de habitarla o de alquilarla.
- Pagas a la vez que inviertes: el dinero que destinas a la compra de la vivienda, al contado o a través de una hipoteca, te convierte en su propietario. Por lo tanto, esta pasa a formar parte de tu patrimonio inmobiliario y puede revalorizarse con el paso del tiempo.
- A largo plazo, resulta más económico: según un estudio realizado por la agencia inmobiliaria ‘Tecnocasa’, a 25 años vista, resulta mucho más rentable comprar que alquilar. En concreto, supondría ahorrarse entre 200 000 y 300 000 euros respecto al alquiler en ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao.
- Estabilidad: contar con una casa propia es sinónimo de tranquilidad y de seguridad emocional.Al no haber un casero, desaparece la incertidumbre de cara al futuro y es mucho más factible hacer planes, como el de formar una familia.
- Con el tiempo, deja de ser un gasto fijo: una vez que se paga la casa, el gasto desaparece. El alquiler obliga a pagar mientras se habite la vivienda, mientras que la compra conlleva unos gastos que tienen caducidad: más tarde o más temprano, la deuda quedará saldada por completo.
Desventajas
- El proceso de compraventa es bastante más complejo que en el caso del alquiler: Se requieren muchos más trámites y hay numerosos costes asociados, tal y como puedes ver en nuestra Guía para comprar una casa nueva.
- Se necesitan ahorros: en condiciones normales, para comprar una vivienda deberás tener ahorrado casi el 30 % de su valor total. Esta cantidad te permitirá pagar la entrada y hacer el papeleo, mientras que para abonar el resto podrás solicitar una hipoteca.
- Se adquiere un compromiso de pago durante muchos años: si recurres a una hipoteca para pagar tu casa nueva, ten en cuenta que contraes una deuda a medio o largo plazo con tu entidad bancaria. Esto significa que, si incurrieras en impagos, incluso podrías acabar perdiendo la vivienda.
- Si no aciertas con tu elección, tendrás un problema: en el caso de que compres una casa con algún tipo de problema, deberás lidiar con él. Por ejemplo, que te topes con ruidos, vecinos problemáticos o altas temperaturas. Si esto sucede en un alquiler, es muy sencillo marcharse para pasar página, pero en el caso de la compra, quizá no quede más remedio que acostumbrarse a estas situaciones.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir entre alquilar o comprar una casa
Tras conocer las ventajas y desventajas de cada una de las dos opciones disponibles, podemos señalar cuáles son los condicionantes que hemos de tener en cuenta a la hora de tomar la decisión definitiva.
Qué futuro nos espera: ¿nómada o estable?
Aunque es prácticamente imposible saber lo que nos deparará el día de mañana, nuestra situación personal (o la de nuestra familia) puede ayudarnos a aclarar un poco las cosas.
Así, si tenemos un puesto de trabajo estable que no requiere que nos desplacemos de nuestra ciudad de residencia o que viajemos de forma habitual, quizá prefiramos optar por la compra. Mientras que si estamos acostumbrados a cambiar cada poco tiempo de localidad y nuestro estilo de vida es nómada, la mejor opción será, sin lugar a dudas, el alquiler.
Nuestra situación económica
Desde el punto de vista económico, y a largo plazo, ya hemos visto que la mejor opción es la compra, ya que resulta bastante más rentable. Sin embargo, requiere un esfuerzo inicial muy importante que no todo el mundo puede hacer por carecer de los ahorros necesarios.
En consecuencia, si vivimos al día y nuestra situación económica es frágil, el alquiler puede ser una opción ideal hasta que nos estabilicemos. Mientras que la compra será la opción más atractiva si contamos con una buena base de dinero y estamos asentados en el plano laboral.
Tu planificación familiar
¿Tienes previsto vivir solo, en pareja, con amigos, con uno o varios hijos…? Si te acabas de independizar y tienes previsto vivir solo o con amigos, quizá prefieras alquilar para ir poco a poco y no complicarte mucho al principio. Pero si tienes pareja y ya has empezado a planificar tu futuro en familia, es muy probable que prefieras comprar, ya que el esfuerzo de compra se divide entre los dos y la compra es sinónimo de estabilidad.
Situación actual del mercado inmobiliario
Como ya hemos indicado, el contexto actual es clave para acertar a la hora de elegir entre alquilar o comprar una casa. Si analizamos bien el mercado inmobiliario, observamos las tendencias recientes y estudiamos los precios por zonas, podremos tomar unas decisiones más inteligentes.
Fundamentalmente, porque no es recomendable lanzarse a comprar una vivienda en un momento donde los precios estén en máximos históricos, ya que además de tener que pagar más que en otro momento, es posible que la casa pierda valor más adelante. Y con el alquiler sucede algo similar: cerrar un contrato en un momento donde los costes de los arrendamientos estén disparados puede acabar condicionando mucho nuestra economía, ya que el casero incluso puede subir un 3 % la cuota de un año para otro.
Alquilar o comprar casa: la importancia de saber para tomar una buena decisión
Ya lo has visto: cada persona es un mundo, así que no hay una respuesta estándar a la pregunta de qué es mejor, si alquilar o comprar una casa. En ambos casos el mercado está actualmente muy tensionado y presenta unos precios muy altos, aunque sí es evidente que, si pensamos a muy largo plazo, la compra es la mejor opción para nuestro bolsillo.
Más allá de ello, nuestro estilo de vida, los planes que tengamos y nuestra capacidad económica condicionarán la decisión final. Por eso, el mejor consejo que podemos darte para que termines acertando es que medites bien tu elección teniendo en cuenta dos aspectos del presente: tu situación personal y lo que te ofrece el mercado inmobiliario.
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