Las viviendas unifamiliares constituyen una alternativa habitacional muy interesante, sobre todo, para quienes buscan intimidad y amplitud espacial, dos características presentes tanto en un chalet adosado como en un chalet pareado.
¿Adosado o pareado? Es la gran pregunta que muchos futuros propietarios enfrentan cuando buscan su vivienda ideal. La cuestión no es baladí y es que, si bien ambas opciones suponen, por lo general, una mayor privacidad y espacio que un piso, cada una de ellas tiene sus propias particularidades.
De hecho, no existe una única diferencia entre una casa adosada y pareada sino que es la suma de distintas cuestiones la que les confiere un carácter propio. Este será más o menos apropiado en función de lo que estés buscando. Pero antes de elegir conviene tener claro en qué consisten estos tipos de casas que son unas de las fórmulas más populares en lo que a viviendas unifamiliares se refiere.
El espacio constituye una de las características comunes de ambas construcciones. A diferencia de las viviendas plurifamiliares, este tipo de casas suelen ofrecer más metros cuadrados. Eso sí, lo más habitual es que se ganen en altura o, lo que es lo mismo, que cuenten con varias plantas. De este modo, la existencia de escaleras puede suponer un hándicap, sobre todo, si hablamos de soluciones residenciales para personas con movilidad reducida.
En todo caso, un chalet adosado, por ejemplo, es aquel que comparte una pared lateral con la vivienda inmediatamente anterior pero también con la posterior. Dicho de otro modo, son ese tipo de construcciones que forman hileras muy características. Por el contrario, un chalet pareado únicamente comparte pared con otra vivienda, esto es, estaríamos hablando de dos viviendas unidas por un muro.
Si bien comparten algunas características, lo cierto es que existen diferencias notables entre adosado y pareado. Algunas resultan más significativas que otras pero, en cualquier caso, la suma de todas ellas puede ser determinante a la hora de elegir entre una u otra construcción. Entre las más populares destacan:
Esa necesidad de compartir pared con una o varias construcciones de la que hablábamos líneas atrás es el primer punto en común entre un adosado y un pareado, pero también la principal diferencia entre ambos. En un chalet pareado son tres las fachadas con las que cuenta la vivienda mientras que en uno adosado, solo dos quedan libres ya que las otras dos están conectadas con las viviendas colindantes.
Apostar por más o menos fachadas libres no solo es una cuestión de gustos. La conexión con el exterior es crucial para la iluminación. Dado que un chalet pareado tiene más muros libres -y en consecuencia más posibilidades de incluir ventanas en todos sus paramentos- es más fácil aprovechar al máximo la luz natural en los interiores.
La misma mecánica funciona a la hora de hablar de la ventilación. Si bien es cierto que tanto adosado cómo pareado propician la ventilación cruzada, en este último renovar el aire será más sencillo.
Otra diferencia entre chalet adosado y pareado a tener en cuenta tiene que ver con los espacios al aire libre. En un chalet adosado, la conexión con las casas vecinas limita el diseño de los espacios exteriores que, por lo general, se concretan en un patio trasero y/o delantero. Sin embargo, en el caso del chalet pareado, las propuestas suelen ser más espaciosas y, generalmente, rodean la vivienda aprovechando cada fachada.
Para compensar las limitaciones, eso sí, las casas adosadas suelen contar con zonas comunes en forma de pistas deportivas, piscinas o similares.
La intimidad es una de las cuestiones más importantes de todo hogar. Ya sea un adosado o pareado, cualquiera de las dos soluciones residenciales resultará más privada que un piso. Las viviendas plurifamiliares cuentan con un mayor número de vecinos y, en la misma línea, un chalet adosado que comparta muros a ambos lados ofrecerá menos privacidad que uno pareado en el que solo una pared conectará con otros propietarios.
De hecho, en un chalet pareado las áreas al aire libre también suelen contar con un mayor grado de intimidad dado que, estos espacios, además de más limitados, suelen quedar más expuestos.
Los puntos en común pueden dificultar la elección entre adosado o pareado aunque son sus singularidades las que pueden hacer inclinar la balanza hacia un lado u otro. Tener uno o varios vecinos, por ejemplo, puede ser la diferencia entre casa adosada y pareada insalvable para ciertos futuros propietarios.
Si bien no es la única, sí que es quizás el punto más crítico a la hora de decantarse por este tipo de viviendas unifamiliares que, por lo demás, ofrecen prestaciones muy similares. No obstante, como decíamos líneas atrás, existen otras cuestiones que pueden resultar determinantes en función de nuestras prioridades.
Si lo que se buscan son amplias zonas exteriores que complementen el atractivo de la vivienda, un chalet pareado se antoja la mejor solución residencial, una opción que, además, ofrece un mayor grado de intimidad. Sin embargo, para quienes prefieran disfrutar de espacios al aire libre sin tener que dedicar demasiadas atenciones al mantenimiento, un chalet adosado constituye una alternativa de lo más interesante.
El diseño, la ubicación o el precio también pueden ser determinantes a la hora de elegir la solución residencial más adecuada en cada caso. En Culmia disponemos de promociones de vivienda adaptadas a todo tipo de gustos y necesidades. Desde pisos en edificios plurifamiliares hasta viviendas unifamiliares, hay una casa perfecta para cada perfil de comprador, descúbrelo.
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