Cambiar de vivienda siempre conlleva tomar decisiones trascendentales. Especialmente si quien da el paso es una persona joven, porque en este caso puede estar ante uno de los dilemas más importantes de toda su vida: alquilar o comprar una casa. Una cuestión que nunca es sencilla de responder, y menos en el momento actual, tan cambiante y lleno de incertidumbre.
En Culmia sabemos que cada año miles de personas se plantean esta cuestión, así que hemos preparado un pequeño manual para ayudar a los indecisos a acertar. Por eso, si estás ahora mismo entre ellos, te animamos a que sigas leyendo, ya que quizá al terminar el artículo sepas mejor qué es lo que más te conviene.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que la elección entre alquilar o comprar una casa puede verse muy condicionada por el momento actual. Lo que hoy quizá resulta más rentable, hace unos años no lo era tanto, y probablemente dentro de un tiempo también pueda cambiar. De ahí que sea imprescindible ‘empaparse’ un poco de la situación presente, tanto en el plano socioeconómico como en el que afecta directamente al sector inmobiliario.
En lo que respecta al mercado, hoy por hoy existe un evidente desequilibrio entre la oferta de viviendas y la demanda. La segunda supera con mucho a la primera, por lo que los precios de venta y del alquiler tienden a subir. Esto se debe, principalmente, a las siguientes causas:
Y a todo ello hay que sumar el panorama social y económico, marcado por la inflación, los altos costes de la energía y de las materias primas o la debilidad actual de la demanda exterior. Lo que nos lleva a asumir que, a corto plazo, el mercado mantendrá una línea continuista, con precios que no dejarán de crecer, aunque cada vez de forma más lenta.
Más allá de factores contextuales, entre alquilar o comprar una casa hay diferencias notorias. Es esta la razón por la que vamos a hablarte de las ventajas y desventajas de cada una de las dos opciones.
Tras conocer las ventajas y desventajas de cada una de las dos opciones disponibles, podemos señalar cuáles son los condicionantes que hemos de tener en cuenta a la hora de tomar la decisión definitiva.
Aunque es prácticamente imposible saber lo que nos deparará el día de mañana, nuestra situación personal (o la de nuestra familia) puede ayudarnos a aclarar un poco las cosas.
Así, si tenemos un puesto de trabajo estable que no requiere que nos desplacemos de nuestra ciudad de residencia o que viajemos de forma habitual, quizá prefiramos optar por la compra. Mientras que si estamos acostumbrados a cambiar cada poco tiempo de localidad y nuestro estilo de vida es nómada, la mejor opción será, sin lugar a dudas, el alquiler.
Desde el punto de vista económico, y a largo plazo, ya hemos visto que la mejor opción es la compra, ya que resulta bastante más rentable. Sin embargo, requiere un esfuerzo inicial muy importante que no todo el mundo puede hacer por carecer de los ahorros necesarios.
En consecuencia, si vivimos al día y nuestra situación económica es frágil, el alquiler puede ser una opción ideal hasta que nos estabilicemos. Mientras que la compra será la opción más atractiva si contamos con una buena base de dinero y estamos asentados en el plano laboral.
¿Tienes previsto vivir solo, en pareja, con amigos, con uno o varios hijos…? Si te acabas de independizar y tienes previsto vivir solo o con amigos, quizá prefieras alquilar para ir poco a poco y no complicarte mucho al principio. Pero si tienes pareja y ya has empezado a planificar tu futuro en familia, es muy probable que prefieras comprar, ya que el esfuerzo de compra se divide entre los dos y la compra es sinónimo de estabilidad.
Como ya hemos indicado, el contexto actual es clave para acertar a la hora de elegir entre alquilar o comprar una casa. Si analizamos bien el mercado inmobiliario, observamos las tendencias recientes y estudiamos los precios por zonas, podremos tomar unas decisiones más inteligentes.
Fundamentalmente, porque no es recomendable lanzarse a comprar una vivienda en un momento donde los precios estén en máximos históricos, ya que además de tener que pagar más que en otro momento, es posible que la casa pierda valor más adelante. Y con el alquiler sucede algo similar: cerrar un contrato en un momento donde los costes de los arrendamientos estén disparados puede acabar condicionando mucho nuestra economía, ya que el casero incluso puede subir un 3 % la cuota de un año para otro.
Ya lo has visto: cada persona es un mundo, así que no hay una respuesta estándar a la pregunta de qué es mejor, si alquilar o comprar una casa. En ambos casos el mercado está actualmente muy tensionado y presenta unos precios muy altos, aunque sí es evidente que, si pensamos a muy largo plazo, la compra es la mejor opción para nuestro bolsillo.
Más allá de ello, nuestro estilo de vida, los planes que tengamos y nuestra capacidad económica condicionarán la decisión final. Por eso, el mejor consejo que podemos darte para que termines acertando es que medites bien tu elección teniendo en cuenta dos aspectos del presente: tu situación personal y lo que te ofrece el mercado inmobiliario.
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