La luz natural en casa es un aspecto imprescindible. Contar con una adecuada iluminación procedente del sol no solo nos permite disfrutar más y mejor de nuestro hogar, también nos ofrece muchos otros beneficios. Entre ellos, poder aprovechar mejor la energía, incrementar el bienestar en los interiores, facilitar el descanso gracias a una mejor sincronización de nuestro reloj biológico, mejorar nuestra productividad o incluso reforzar nuestro sistema inmunológico.
En definitiva, la luz natural en casa es sinónimo de salud física y mental; y, por qué no decirlo, también de felicidad. Por lo que, si tenemos en cuenta que pasamos entre el 60 y el 70 % del tiempo de nuestra vida en nuestro hogar, es fácil que entendamos la importancia de sacar el máximo partido a los rayos de sol que inciden en él.
Hoy en CULMIA queremos contarte cómo puedes aprovechar la luz natural en casa de una forma práctica y económica. Por eso, te traemos 12 ideas para lograrlo, a cada cual más interesante.
Para que el sol entre lo máximo posible es necesario que la casa cuente con unos ventanales amplios. En este sentido, puedes plantearte el objetivo de que tus ventanas ocupen aproximadamente entre el 10 y el 20 % de la superficie de la habitación, lo que te garantizará un óptimo aprovechamiento de la luz.
Y, por supuesto, procura que estos grandes ventanales estén en todo momento lo suficientemente limpios para que puedan cumplir correctamente con su función. Curiosamente, lo recomendable es que te encargues de limpiarlos en un momento del día en el que no dé el sol directamente, para que los productos que utilices no se sequen rápidamente y dejen residuos o marcas.
Ten siempre presente esta máxima: los espacios abiertos y amplios se llevan estupendamente con la luz. Así que, a la hora de instalarte en una casa, plantéate la eliminación de algunos muros y tabiques para que la luz fluya entre estancias. Y procura quitar también las puertas o, al menos, dejarlas abiertas cada vez que quieras aprovechar al máximo la iluminación natural.
Es más, recientemente destacamos esta como una de las principales ventajas de las cocinas abiertas al salón. Aquí, el estilo americano permite que tanto la cocina como el salón aprovechen mucho mejor la luz natural en casa, a la vez que ahorramos energía y dinero.
Esta idea es una de las más fáciles de llevar a la práctica. Tan solo requiere que liberemos las ventanas y puntos de entrada de luz de nuestra casa de objetos que puedan dificultar el paso de los rayos de sol. Así que lo ideal es que evitemos colocar adornos, muebles, plantas y otros elementos que opaquen la iluminación natural que nos llegue desde el exterior.
Enlazando con el punto anterior, también intenta que tu mobiliario sea generoso con la iluminación natural que llega desde el exterior. Cuantos más recargada esté la estancia y más objetos tenga, más ‘obstáculos’ encontrará la luz al entrar y más sombras se generarán por todo el espacio.
Antes de colocar un mueble, no solo piensa dónde quedaría mejor desde el punto de vista decorativo. También ten muy presente el impacto que tendrá este en la luz de la habitación, tanto la del sol como la artificial. Y toma la decisión más equilibrada para todos estos aspectos, porque la propia iluminación podrá potenciar el resultado visual que consigas.
Es innegable que la luz natural en casa puede llegar a ser incómoda o molesta, sobre todo en los momentos del día en los que más incide (según la orientación de la vivienda) o de la estación del año en la que nos encontremos. Para ello, están elementos para el control de la iluminación como las cortinas, persianas, estores, toldos, pérgolas, etc.
En estos casos, la mejor opción es que contemos con uno o varios sistemas que podamos regular a placer según lo necesitemos. Las persianas o toldos nos permiten desplegarlos a nuestro gusto para controlar la entrada de luz. Y podemos complementarlos con una buena elección de cortinas de tejidos finos, a ser posible translúcidas y de colores claros para que, si las tenemos desplegadas, nos permitan seguir disfrutando de una buena iluminación en nuestro hogar.
Simplemente, una adecuada elección del color puede ofrecer resultados extraordinarios para aprovechar la luz natural en casa. Como cabría esperar, la utilización de colores claros como el blanco, los grises, los pasteles o el beige se encargarán de reflejar la luz por toda la estancia, además de crear una sensación de mayor luminosidad.
Por lo tanto, apuesta por tonos suaves y pasteles para las paredes, por blancos y tonos más claros para el techo, y por materiales claros y brillantes para el suelo. ¡Ya verás cómo tu hogar se siente más alegre y parece más amplio!
El material también puede aportarnos mucho si lo que queremos es aprovechar la luz natural en casa. Si optamos por muebles y objetos fabricados o rematados con metal, cristal o lacados favoreceremos que los rayos de sol se reflejen más fácilmente y que nuestro hogar se vea como más luminoso.
Si tu vivienda es unifamiliar, es un ático o se encuentra en el último piso de edificio, quizá puedas plantearte disfrutar de tubos solares o tragaluces. Los primeros se encargan de llevar la luz solar hasta el interior de la casa mediante un sistema de tubos reflectantes, mientras que los segundos funcionan como ventanas instaladas en el techo.
Unos y otros permiten que la luz natural en casa incida directamente desde arriba, por lo que resulta muy efectiva y transmite una sensación de gran amplitud. Aunque tienen la desventaja de que afectan a la estructura de la vivienda, por lo que si esta no los incluye en su diseño inicial, para su añadido será necesario realizar obras.
Los espejos son la mejor opción para reflejar la luz, así que incluirlos en la decoración de nuestra casa es una estrategia muy eficaz para que esta parezca más grande de lo que realmente es y para que la iluminación llegue a todos los rincones. En consecuencia, una buen consejo puede ser colocarlos en las paredes o puertas de armarios que estén frente a las ventanas.
Si necesitamos separar espacios o marcar límites entre las estancias de nuestra vivienda, las cristaleras son la solución que mejor sabe aprovechar la luz natural. Además de constituir una gran alternativa a los tabiques, aportarán una sensación de amplitud al resultado general y no se opondrán al paso de los rayos del sol. ¡Hasta incluso puedes plantearte acristalar tu terraza o el exterior de tu hogar para disfrutar al mismo tiempo de unas espectaculares vistas y de un óptimo aislamiento!
Antes hemos incidido en la importancia de que las cortinas que utilices sean de tejidos finos y translúcidos. Y también puedes aplicar este consejo para los tejidos de otras superficies de tu hogar, como sillones, sofás, manteles, etc. Materiales como la gasa, el lino o la organza suelen ayudar a que aprovechemos la luz natural en casa y, además, no comprometen nuestra intimidad. Y trata de evitar los grandes estampados, porque suelen opacar bastante la luz que incide sobre ellos.
Las posibilidades de las ventanas para aprovechar la luz natural en casa no dependen solo de su tamaño u orientación. También podemos maximizar la claridad si las acompañamos de marcos blancos. Estos reflejarán perfectamente los rayos hacia el interior de la vivienda y transmitirán sensación de profundidad. ¡Así que pueden ser la solución perfecta para aquellos casos en los que tengamos ventanas interiores mal iluminadas!
Aún queda por delante bastante verano, así que todavía estás a tiempo de poner en práctica estas recomendaciones para que tu vivienda aproveche al máximo las numerosas horas de sol que nos ofrece esta estación.
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