La llegada de la primavera es anticipo de cambios: las temperaturas suben, las horas de sol se incrementan, los árboles y las plantas florecen y, por normal general, nuestro estado de ánimo mejora. Así, dejamos atrás el invierno, una época del año difícil para nuestro bolsillo, toda vez que hemos superado la temida cuesta de enero y que la factura energética nos ha dado un respiro tras apagar la calefacción.
Sin embargo, esta pequeña tregua de cuatro meses nos invita a ser precavidos y a ahorrar al máximo para prepararnos para lo que nos espera: un nuevo verano en el que probablemente nuestro objetivo sea disfrutar de unas merecidas e inolvidables vacaciones.
Por eso, en CULMIA hemos reunido varios consejos que te ayudarán a ajustar tu balanza de cuantas durante estas semanas y a fortalecer tu economía de cara al período estival. ¡Esperamos que te sean muy útiles!
Para marcarte unas metas de ahorro que sean realistas, debes conocer bien la situación actual de economía. Ten en cuanto lo que cobras y analiza tus gastos durante los últimos meses, de forma que puedas encontrar los mejores puntos donde ‘meter la tijera’ y ahorrar dinero.
Con este objetivo en mente, quizá te resulte de ayuda utilizar la famosa ‘Regla 50/30/20’. Consiste en destinar el 50 % de nuestros ingresos mensuales a necesidades básicas (hipoteca, alimentación, suministros básicos, ropa, etc.), un 30 % para gastos secundarios (servicios como telefonía e Internet, suscripciones, ocio, etc.) y un 20 % para el ahorro.
Por ello, intenta no gastar al mes más del 80 % de lo que ganas por tu trabajo y, si puedes, incluso recorta algo de tu partida de gastos prescindibles.
No dejes pasar las primeras semanas de primavera sin renovar tu armario. Sustituye la ropa de invierno por la de primavera; y aprovecha esta transición para hacer algo de limpieza. Esto implica tirar o deshacerte de todas aquellas prendas que no vayas a utilizar más, así como tomar nota de todo aquello que crees que vas a necesitar durante las semanas venideras.
Si lo haces, podrás centrarte en comprar únicamente lo que falte en tu vestidor y evitarás caer en el error de comprar prendas similares a las que ya tienes o que realmente no te hagan falta.
Si para mantenerte en forma no sigues un plan físico muy exigente ni tus rutinas incluyen la utilización de maquinaria, puedes cancelar o pausar tu suscripción al gimnasio y optar por practicar deporte al aire libre: correr, montar en bicicleta o hacer deporte es mucho más fácil entre marzo y junio. De hecho, es la mejor época del año para ejercitarse en espacios abiertos, así que es el momento idóneo para que sigas activo, a la vez que ahorras al máximo en casa.
Y, en el caso de que no hagas ejercicio de forma habitual pero no tengas problema en andar, también puedes ahorrarte unos euros. Basta con que optes por caminar en lugar de utilizar el coche o el transporte público para recorrer distancias no demasiado grandes, como para ir al centro médico de tu barrio o para visitar a un amigo/a que viva a 20 minutos de tu casa.
Ten presente que durante la primavera y el verano el precio de la energía suele disminuir en comparación con el otoño y el invierno. Así que utiliza esta información en tu propio beneficio, porque, para tratar de ahorrar al máximo en casa, puedes acogerte a la tarifa eléctrica que mejor se adapte al consumo que vayas hacer durante los próximos meses.
Al haber más horas de luz natural (especialmente, una vez que se ha implementado el horario de verano) y al no ser necesario que recurras a la calefacción durante la mayoría de los días de primavera, quizá te resulte más rentable optar por una tarifa PVPC del mercado regulado que te permita disfrutar de una discriminación horaria: para que, por ejemplo, la luz te sea más barata justo cuando probablemente más la consumas, en horario nocturno.
Para facilitarte esta decisión, en la web de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) tienes una herramienta online que te permitirá comparar ofertas de gas natural y de electricidad a partir de información básica de tu hogar, como tus datos de potencia y consumo.
Que durante la primavera tu factura energética sea mucho más económica que durante el invierno no significa que debas confiarte y dejar de aplicar medidas para ahorrar al máximo en casa.
Por ejemplo, si tienes aire acondicionado instalado en tu vivienda, dale el mantenimiento que necesita durante las primeras semanas de la primavera: limpia sus componentes (el filtro, el split y la unidad externa), revisa visualmente su circuito y pruébalo para comprobar que todo funciona perfectamente. O, si prefieres no complicarte, llama a un profesional para que lo haga por ti.
Además, abre y ventila a menudo la vivienda si dentro hace más calor que fuera, aprovecha la luz del sol para calentar las estancias de tu hogar, reduce la duración de tus duchas, lava con agua fría o cambia tus bombillas tradicionales por otras LED.
Esta es una opción que, de primeras, puede parecer cara. Pero que resulta perfecta para las personas que tienen visión de futuro y la suficiente paciencia como para rentabilizar a medio y largo plazo sus inversiones. Y es que el autoconsumo es una opción idónea para ahorrar al máximo en casa, ya que en algunos casos puede suponer una reducción de hasta el 70 % en la factura de la luz, en función del tipo de instalación realizada y de la tarifa que se tenga contratada.
Lógicamente, no podemos obviar que se trata de una solución que tiene algunas barreras de entrada, como la necesidad de espacio para instalar las placas fotovoltaicas o el coste de este proceso. Pero, como decimos, es una apuesta de éxito casi asegurado, porque se rentabiliza pronto y que, además, cuenta con ayudas gubernamentales e institucionales para incentivar el autoconsumo y el almacenamiento de este tipo de energía.
Durante los meses más fríos, quizá no te compense desplazarte lejos para ahorrar algo de dinero en tu cesta de la compra. Con las bajas temperaturas, lo que prima es la cercanía, por lo que es lógico optar por llenar nuestro carro en centros de venta y supermercados que estén cerca de nuestra casa.
Sin embargo, esta situación cambia a partir de la primavera, porque las temperaturas son mucho más llevaderas y ya no es tan grande el esfuerzo de acudir a otros puntos de venta para lograr los mejores precios.
Con lo cual, otra opción interesante para ahorrar al máximo en casa en primavera es comparar los precios de productos básicos entre los diferentes establecimientos que tenemos alrededor. Y planificar nuestras compras en función de ellos, creando listas específicas para cada superficie. Lo que te permitirá economizar unos euros todas las semanas que, al final de mes, quizá tu bolsillo agradezca bastante.
Otro consejo que puede ayudarte a ahorrar al máximo en casa durante la primavera es llevar una cuidada planificación de tu menú de comidas. Si piensas con antelación en aquello que vas a comer durante la semana próxima, podrás ajustar mucho mejor a tus necesidades las compras que hagas en el supermercado.
Junto a ello, si entre semana comes fuera por tu trabajo, procura llevarte de casa la comida. Ir a un restaurante es mucho más cómodo y rápido, pero al mismo tiempo puede ser realmente dañino para tu economía. Por ello, la opción táper es, a todas luces, mucho más rentable para los ahorradores.
¿Qué te parecen estas 8 medidas para ahorrar en casa durante la primavera? Como ves, la mayoría de ellas son fáciles de aplicar en el día a día, por lo que todavía estás a tiempo de incluirlas en tus rutinas diarias para obtener resultados en poco tiempo. De hecho, te invitamos a que lo hagas y a que nos cites en tus redes sociales para contarnos tu experiencia.
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