Cada inicio de año parece el momento perfecto para que nos marquemos nuevos propósitos y cambios para nuestra vida. Dejar atrás los últimos 12 meses nos permite resetearnos y afrontar proyectos con ilusiones renovadas, por lo que el 1 de enero puede ser también el punto de partida ideal para que pongamos en práctica mecanismos encaminados a ayudarnos a ahorrar en casa.
Sin embargo, esta idea a veces puede abrumar por sí sola. Bien porque nos parezca una meta demasiado compleja o bien porque simplemente no sepamos realmente por dónde podemos empezar. Pero no te preocupes, porque has llegado al lugar indicado: en CULMIA estamos deseando acercarte nuestras claves para que sepas cómo ahorrar en tu casa durante este año que acaba de entrar. ¡Y de forma muy sencilla!
El punto de partida para ahorrar en gastos del hogar durante 2024 es conocer con exactitud cuáles son nuestras cuentas y nuestra situación financiera. Apuntar todos esos desembolsos recurrentes que tenemos (para pagar facturas, comprar comida, disfrutar de bienes y servicios) y estimar una cantidad para los gastos imprevistos (para reparaciones, comprar algo puntual, etc.) nos permitirá elaborar un presupuesto muy útil.
Al plasmarlo en una hoja o documento, veremos fácilmente dónde va cada mes nuestro dinero. Y, de esta forma, tendremos mucho más claro dónde podemos recortar para acabar ahorrando. Fundamentalmente, porque podremos elaborar una estrategia para ajustar al máximo los gastos o incluso eliminarlos si nos damos cuenta, desde un frío análisis, de que son prescindibles o poco rentables.
Con tu presupuesto en la mano, concreta cuánto quieres ahorrar en gastos del hogar este 2024. Intenta fijar una meta realista y que puedas cumplir, porque si pones el listón muy alto es posible que te acabes frustrando si, a la larga, compruebas que no puedes alcanzar tu objetivo por su dificultad.
Como bien sabes, entre los gastos fijos del hogar están la factura de la luz y del gas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no estamos atados a las respectivas tarifas que tenemos contratadas y que podemos valorar cambiar a opciones que puedan sernos más rentables en un momento dado.
En el caso de la factura eléctrica, cada operador tiene sus propias ofertas. Pero normalmente en el mercado podemos encontrar propuestas de tarifas planas (de precio único por kilovatio en el día), de discriminación horaria (por tramos horarios en el día) y tarifas personalizadas.
Y en lo que respecta al gas, también hay diferentes ofertas según el operador. Aunque podemos distinguir dos opciones bien diferenciadas. Por un lado, las tarifas reguladas o de último recurso (TUR), que están reguladas por el Gobierno y están especialmente pensadas para consumidores que en casa consumen igual o menos de 50.000 kWh al año. Y, por el otro lado, las tarifas no reguladas, en las cuales la comercializadora y el cliente pactan libremente sus precios.
En cualquiera de los casos, para decidir cuáles son las tarifas más apropiadas para nuestro caso deberemos conocer nuestro consumo total mensual, nuestros hábitos (como nuestras horas o días de más consumo) y el estado actual del mercado. Información que nos permitirá concretar las necesidades que tenemos y si nos resulta más rentable optar por tarifas fijas o personalizadas.
Otra buena opción para ahorrar en gastos del hogar a la larga, a la par que sostenible, es optar por un sistema de autoconsumo. En este sentido, la opción más habitual y más rentable acostumbra a ser la energía solar. Así, se estima que la instalación en viviendas de placas fotovoltaicas puede generar ahorros de hasta el 70 % en el recibo de la luz, en función del punto geográfico donde se encuentre el inmueble y de la altura a la que esté la instalación.
Y sus ventajas no acaban aquí, porque algunas compañías permiten compensar los excesos de consumo procedentes de este tipo de instalaciones. ¿Qué significa esto? Que si en un mes determinado generamos más electricidad de la que necesitamos, podemos verter estos excedentes en la red eléctrica para que luego la empresa nos aplique un descuento equivalente en nuestra factura. Con lo cual, ¡es una estupenda opción para ahorrar a la vez que cuidamos del planeta!
No solo puedes ahorrar dinero recortando de tus gastos más habituales. También puedes hacerlo de forma activa apartando una determinada cantidad de dinero cada semana o mes. La manera más sencilla y visual de hacerlo es con la tradicional hucha, pero también puedes plantearte la apertura de una cuenta de ahorro si además de acumular reservas pretendes que te genere una rentabilidad a medio y largo plazo.
Un plan de ahorro bancario te permitirá valorar los riesgos de invertir tu dinero, así como disponer de él de forma inmediata si lo necesitas en un momento dado. Aunque ten en cuenta que también pueden incluir comisiones por el servicio, por lo que antes de su contratación deberás valorar los pros y los contras para decidir si te compensa más ahorrar por tu lado o hacerlo con la ayuda del banco.
Probablemente, por comodidad compres todos tus productos de consumo más habituales en la misma tienda o supermercado. Pero quizá esta no sea la opción más inteligente desde el punto de vista económico, porque en muchas ocasiones podrás encontrar esos mismos productos algo más baratos en otro comercio cercano.
Nuestro consejo para ahorrar en gastos en el hogar es que elabores una lista estándar de los productos que compras cada mes y que hagas un pequeño análisis del coste de estos en las tiendas de proximidad de tu barrio. De esta forma, podrás ver dónde es más barato cada uno y planificar mejor tus compras para que te resulten lo más cómodas y económicas posibles.
Y, junto a ello, también procura comprar con cabeza. Evita adquirir cosas de forma compulsiva y cíñete a lo que sabes que necesitas y vas a utilizar. Probablemente te resulte más fácil si antes de hacer esta lista de la compra revisas tu despensa y nevera para comprobar lo que tienes y lo que necesitas, además de si procuras congelar aquello que no vayas a consumir ahora.
Reduce, recicla y reutiliza. Es decir, limita tu consumo a lo que realmente necesites, da nuevos usos o utiliza todas veces que sea posible aquellos productos y objetos que te lo permitan. Por ejemplo, si te gusta el DIY (Do It Yourself), puedes aprovechar cajas de cartón, ropa antigua o muebles viejos para hacer manualidades que te resulten útiles para el día a día. O también puedes reutilizar el agua que usas para hervir los alimentos para regar las plantas, aprovechar las dos caras de las hojas de papel, usar cepillos de dientes viejos para la limpieza doméstica, etc.
Año nuevo, vida nueva. O hábitos nuevos, porque como hemos comentado al principio, cada vez que renovamos el calendario podemos plantearnos hacer algunos cambios profundos en nuestra vida. Y, con ellos, ayudarnos a ahorrar gastos en el hogar.
Hay multitud de hábitos de ahorro que están a tu alcance si todavía no los estás aplicando:
Esperamos que estos consejos te sean de gran ayuda para reducir los gastos en el ámbito doméstico durante este año que comienza. Y si buscas más ideas interesantes para lograrlo, anímate y descarga de manera gratuita nuestra ‘Guía para ahorrar en casa’. ¡Es la mejor forma de disfrutar de una vivienda económica, sostenible y saludable!
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