La domótica se ha convertido en un valor añadido en cualquier construcción, una manera de mejorar el confort interior sirviéndose de lo que se ha dado en llamar el internet de las cosas.
Entrar en casa en pleno invierno después de trabajar y sentir ese inconfundible calor de hogar, incluso, cuando nadie nos espera en el interior para poner la calefacción minutos antes de cruzar el umbral de la puerta. Amenizar el momento de cocinar con algo de música sin tener que mover un solo dedo. Cambiar la atmósfera de la habitación con un simple gesto. Esto que parece sacado de una película de ciencia ficción es hoy, más que nunca, una realidad tangible gracias a la domótica.
Esa capacidad de conectar objetos y personas e incluso los primeros entre sí a través de internet es lo permite convertir una casa en domótica. Las llamadas smart home, también conocidas como casas inteligentes, son la materialización de la digitalización del mundo físico, una manera de llevar la vanguardia tecnológica al hogar para convertir la experiencia residencial en paradigma del confort, la eficiencia y la seguridad.
Lo que hasta hace apenas unas décadas era patrimonio de las viviendas innovadoras más exclusivas, es hoy una posibilidad cada vez más accesible para cualquier propietario. Todo depende de las necesidades de cada uno y del presupuesto y es que, en el mercado existen todo tipo de accesorios smart home capaces de trasladar la domótica al hogar en mayor o menor medida. ¿No tienes claro cómo convertir tu casa en smart home? Echa un vistazo.
Una de las aplicaciones más interesantes de los sistemas smart home tiene que ver con la seguridad. La instalación de sistemas de seguridad inteligentes supone un valor añadido para cualquier propiedad, no en vano, permiten un control total de la misma a través del móvil.
Para conseguirlo es habitual la instalación de sensores y cámaras que permiten conectar el sistema al teléfono móvil a través de aplicaciones. Además de visualizar el interior del hogar, este tipo de sistemas permite enviar notificaciones en caso de detectar una presencia no deseada o, incluso, ante posibles fugas de agua, fuego o similares.
Pero convertir una casa en domótica en este campo también supone un añadido en materia de prevención gracias, entre otras cosas, a los sistemas de simulación de presencia.
La eficiencia energética es otra de las bondades que impulsa la domótica aplicada al hogar. Como convertir tu casa en smart home supone automatizar ciertos procesos, la climatización del hogar puede verse altamente mejorada. Programadores, termostatos digitales y reguladores de energía inteligentes, por ejemplo, son básicos para conseguir una mayor eficiencia en el hogar.
Y no solo eso. Los sistemas de control remoto de la calefacción también permiten mejorar el confort interior de la vivienda. ¿Qué tal programar la calefacción para que al llegar a casa esté a la temperatura ideal? ¿Por qué no poder encenderla desde el smartphone minutos antes de llegar? Las posibilidades son realmente interesantes.
La instalación eléctrica es otro de los capítulos que puedes revisar para convertir tu casa en domótica. Lo veíamos en el capítulo de la seguridad con los sistemas de simulación de presencia pero aún hay más. En el mercado existe un amplio catálogo de bombillas inteligentes que permiten regular el nivel de luz en función de la estancia de la casa en la que están, la iluminación natural que baña la sala o la presencia o no de personas. Junto a ellas, los enchufes inteligentes tampoco están nada mal y es que permiten, por ejemplo, encender o apagar aparatos de forma remota o programada.
Si se trata de mejorar las condiciones de iluminación natural, automatizar toldos y persianas es una alternativa susceptible de sumarse a la colección de accesorios smart home del hogar.
La aplicación del internet de las cosas al universo de los electrodomésticos ha supuesto toda una revolución y es otra de las fórmulas para convertir tu casa en smart home. Cada vez son menos los hogares que no cuentan con una smart tv, uno de los ejemplos más populares de este tipo de aparatos. Sin embargo, el nivel de automatización ha ido evolucionando en el interior del hogar y, más allá del entretenimiento, se ha instalado en otros espacios como la cocina para mejorar la calidad de vida de sus usuarios.
Los frigoríficos inteligentes son el paradigma de la domótica aplicada a las tareas domésticas. Sus prestaciones son muy variadas y van desde los que son capaces de inventariar su contenido, hasta los que te ayudan con la lista de la compra, pasando por los que te avisan de la fecha de caducidad de tus productos. ¡Toda una revolución!
No tiene por qué contar necesariamente con uno de ellos pero, sin duda, la presencia de un asistente de voz multiplica exponencialmente las posibilidades de un sistema smart home. Estos dispositivos interactúan con los usuarios a través de comandos de voz y, en función de su compatibilidad y cuántos de tus aparatos tengas asociados a ellos, podrás llevar una gestión más o menos automatizada de tu hogar.
Puedes poner música con solo pedirle a tu asistente que te busque el último éxito de tu cantante favorito o conocer la información del tráfico antes de salir de casa. Pero su funcionalidad va más allá y, gracias a ellos, también puedes poner en marcha la lavadora o apagar las luces con solo mencionarlo.
Convertir la casa en domótica no solo mejora el confort interior. Un sistema smart home también aumenta la eficiencia energética de tus aparatos al tiempo que permite un mayor control del consumo mediante la gestión de los mismos de manera remota, la automatización o la visualización de los consumos a través de tu smartphone.
Y aún hay más. Cerraduras inteligentes que puedes abrir a distancia, sistemas de riego que miden la humedad de la tierra y te informan del momento óptimo para el mantenimiento de tus plantas, lavadoras que dosifican el detergente en función de la suciedad y el peso de la ropa, sensores de apertura para puertas y ventanas… Hay mucho donde elegir. ¿Listo para convertir tu casa en una smart home?
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