A la hora de hablar de la seguridad en el hogar, los niños son un grupo de población especialmente susceptible a los accidentes. Según datos aportados por UNICEF, más de 1.600 niños y adolescentes mueren cada día en el mundo por lesiones de este tipo, lo que equivale a 66 percances mortales por cada hora.
De hecho, en España el 15 % de los accidentes está protagonizado por menores de 14 años, por lo que se trata de la segunda causa de muerte en España en menores. Y entre las principales causas están el atragantamiento, la asfixia o el estrangulamiento con objetos como bolsas, globos, monedas o pequeñas piezas de juguete (21 %), así como el ahogamiento (13 %).
Por sus características, un buen número de estos incidentes podrían prevenirse y evitarse. De ahí que hoy en nuestro blog queramos darte unas claves para que puedas garantizar la seguridad de los niños en casa.
Recomendaciones para la seguridad de los niños en casa
Vigilancia constante
Aproximadamente 6 de cada 10 accidentes protagonizados por niños de entre 1 y 4 años se producen por un descuido de los padres. En cuestión de segundos los pequeños pueden verse envueltos en una situación de riesgo para su integridad física, como caer en una piscina y comenzar a ahogarse.
Por lo tanto, los padres o tutores deben mantenerse especialmente atentos cuando estén al cuidado de los niños y redoblar esta vigilancia cuanto más pequeños sean. Y para llevar a la práctica esta medida de seguridad, pueden seguir la regla ‘20/10’. Según esta, en lugares de especial riesgo, como piscinas o parques, el responsable debe mirar al niño al menos una vez cada 10 segundos y mantenerse a una distancia que pueda recorrer en menos de 20 segundos. Tiempo que le permitirá actuar en caso de peligro vital.
Especial cuidado en la cocina y el cuarto de baño
Estas son las dos estancias de la vivienda donde se producen más accidentes infantiles, debido a los numerosos riesgos que hay para los más pequeños: quemaduras, caídas, intoxicaciones, ahogamientos… Por lo tanto, es aconsejable que el acceso de los infantes esté limitado en la cocina y que guardemos aquellos utensilios que puedan resultarles peligrosos, como los cubiertos o las herramientas punzantes, en espacios seguros y que les resulten inaccesibles.
Además, para la seguridad de los niños en casa también debemos tomar medidas de seguridad específicas para los electrodomésticos y mobiliario de la cocina. Por ejemplo, utilizar placas de inducción en lugar de sistemas de vitrocerámica o cocinas de gas, o instalar topes para que los accesos a armarios, cajones o puertas (del horno, del microondas, de la lavadora…) queden vedado para los niños pequeños.
De igual forma, en el baño también debemos guardar aparte los medicamentos y productos de limpieza, así como evitar los resbalones con soluciones antideslizantes: utilizando alfombras o adhesivos contra la humedad, tanto en la bañera como en el suelo de la estancia, o instalando asideros o asas en la bañera. No en vano, si se trata de un bebé, lo ideal es que utilicemos bañeras o asientos específicos para lavarlos sin peligro.
Evitar el riesgo eléctrico
Las electrocuciones son otro factor de riesgo a tener en cuenta en la seguridad de los niños en casa. La curiosidad infantil y la proximidad de los enchufes puede atraer su atención a ellos, de forma que la utilización de protectores específicos es casi una obligación si hay bebés en edad de gatear o niños pequeños que no sean conscientes del peligro de la electricidad.
Junto a ello, también se les debe mantener lejos de cualquier tipo de conexión eléctrica y de cables, para impedir que puedan acabar jugando o enredándose en ellos. Sus espacios de juego deben ser totalmente seguros y no interferir con electrodomésticos o aparatos conectados a la red, por lo que, si se encuentran en el baño, deberemos cerciorarnos de que no utilizan ninguno de estos objetos.
Prevención frente a caídas
Los niños son especialmente susceptibles a sufrir caídas de grandes alturas, como las que hay desde ventanas, balcones o al comienzo de un grupo de escaleras. Por desconocimiento, pueden acercarse a un espacio abierto y terminar precipitándose, de forma que hay que evitar dejarles solos en zonas elevadas y distribuir el mobiliario de una forma en la que no puedan trepar para llegar hasta ellas.
También es importante mantener el suelo de la vivienda lo más despejada posible, colocar protectores de esquinas en los muebles con los que puedan golpearse y asegurar las puertas y ventanas para que no puedan abrirlas por sí mismos. En este sentido, hay bloqueadores para diferentes tipos de aperturas, como las de ventanas correderas u oscilobatientes, así que basta con encontrar el más adecuado para asegurarnos de que solo los mayores controlan su uso.
Precaución frente a quemaduras
La seguridad para niños en casa debe contemplar el riesgo por quemadura térmica. Si seguimos los consejos ya comentados en estancias como cocinas y cuartos de baño minimizaremos este peligro para los más pequeños, aunque no son los únicos que pueden ayudarnos. Por ejemplo, a la hora de prepararles el baño, hay que medir la temperatura del agua teniendo en cuenta que su piel es especialmente delicada: en el caso de los recién nacidos, esta debe estar en torno a los 24ºC, mientras que para bebés mayores la misma debe ser similar a la de su cuerpo: entre 35 y 38ºC.
Además, por parte de los adultos, estos deben tomar ciertas precauciones a la hora de manejar electrodomésticos y objetos que alcancen temperaturas altas, como planchas, hornos, calentadores, etc. Y, si la vivienda despone de espacios al aire libre, como jardines, protegerlos frente a quemaduras causadas por el sol mediante cremas, viseras o sombrillas.
Adquisición de juguetes seguros
El control de la seguridad de los niños en el hogar debe llegar hasta los objetos que más usan a lo largo del día: sus juguetes. A la hora de adquirirlos, hay que mirar bien su etiquetado para comprobar que el juguete es apto para la edad del niño. Y, una vez comprado, los padres deberán consultar sus instrucciones para que el pequeño pueda darle un uso apropiado.
En este sentido, es especialmente importante garantizar que los bebés no juegan con productos u objetos que puedan tener piezas pequeñas y que, por tanto, puedan llevarse a la boca y acabar tragando. Realizar comprobaciones sencillas para verificar que cumplen con las normativas nacionales e internacionales de fabricación y que no han sido creados con materiales tóxicos minimizará el peligro y contribuirá a la tranquilidad en casa.
Educar en seguridad
Finalmente, una de las mejores decisiones que podemos tomar para la seguridad de los niños en casa es educarles para que conozcan los peligros existentes y sepan cómo prevenirlos. A partir de los 4 o 5 años el niño ya sabe distinguir entre lo que está bien y está mal, por lo que puede ser un buen momento para irle transmitiendo algunos conceptos básicos para que evite situaciones de peligro y pueda tomar unas medidas mínimas de precaución a la hora de jugar, tanto en casa como en la calle.
CULMIA te ayuda a crear un hogar seguro para mayores y pequeños
¿Qué te han parecido nuestros consejos para la seguridad de los niños en casa? Esperamos que sean de ayuda a tu familia para prevenir cualquier percance en el ámbito doméstico, de forma que tus hijos puedan crecer sanos y felices en un entorno confortable y seguro.
Y si quieres ampliar tus conocimientos sobre la seguridad en casa, no lo dudes y descárgate ya la completa guía que te ofrecemos gratuitamente. Contiene estas y otras recomendaciones para que el bienestar y la seguridad doméstica no sean una cuestión de edad.
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