Si tenemos la suerte de disfrutar en nuestro hogar de una parcela, patio o terraza, instalar un jardín siempre es una estupenda opción para sacarle el máximo partido. Además de permitirnos pasar el tiempo libre cuidando de él, las plantas animarán y darán un toque de color al lugar, lo que incrementará considerablemente el atractivo de nuestra vivienda y agradará a nuestras visitas.
Sin embargo, es posible que el espacio con el que contemos sea bastante limitado, por lo que en estos casos es clave saber cómo ordenar jardines pequeños para aprovechar al máximo los metros cuadrados que estén a nuestra disposición. Y es que, además de crear un lugar vistoso, lo que también buscamos es que sea acogedor para pasar tiempo en él cuando el clima lo permita.
Por lo tanto, hoy en CULMIA te ofrecemos varios consejos para que sepas cómo transformar el espacio exterior mediante la creación y ordenación de un jardín pequeño. ¿Nos acompañas?
En primer lugar, valora la ubicación de tu jardín pequeño y sus características. Ten en cuenta que hay mucha diferencia entre instalar el tuyo en una terraza o en un patio, ya que lógicamente en la primera no hay suelo donde plantar y necesitarás utilizar macetas. Esto es algo que, lógicamente, influirá tanto en el tipo de planta que luego podrás utilizar como en las macetas que elijamos, dado que deberemos seleccionar las idóneas en función de la cantidad de sustrato que sea necesario para cada caso.
Además, en una terraza probablemente todo deberá estar mucho más comprimido, así que deberás ser mucho más selectivo a la hora de decantarnos por unas plantas o por otras. Y es que, cuanto menos espacio haya, más importantes serán estos consejos para la ordenación de jardines pequeños.
Si buscas transformar el espacio exterior del que dispones, tómatelo con tranquilidad y planifica con calma. Al tratarse de un jardín pequeño, no te llevará mucho tiempo tomar medidas de la parcela para tener claro lo que te puede caber en ella y lo que no. Y, además, luego podrás aprovechar esta información para crear, de forma sencilla y sobre papel, un plano que te permita tomar las mejores decisiones en cuanto a su distribución.
¿Qué lograrás con esto? Hacerte una idea inicial sobre las posibilidades de tu jardín pequeño y planificar los siguientes pasos, para no caer en la improvisación o el error. De manera que podrás comprar todo lo necesario para organizarlo y plantarlo, evitando así encontrarte con sorpresas o imprevistos que puedan echar al traste tus intenciones.
Si tienes poco espacio en tu jardín… ¡aprovéchalo al máximo! Piensa qué cosas quieres hacer habitualmente en él y céntrate en potenciarlas. Es decir, puedes preguntarte cuál es el objetivo de este lugar: ¿simplemente quieres un espacio bonito y agradable de ver? ¿o también quieres que sea lugar de descanso o para invitar a familiares o amigos cuando haga buen tiempo?
Si pretendes que tu jardín esté hecho para el ocio y el descanso, deja espacio suficiente para amueblarlo solo con lo necesario: una mesa, sillas o incluso una hamaca. Escoge muebles funcionales, discretos y prácticos; o incluso plantéate soluciones plegables que puedas guardar cuando no las uses. Y si no tienes pensado pasar largos ratos en este lugar, aprovecha al máximo su extensión para cubrirlo de plantas, pero asegurándote siempre de dejar un camino despejado para moverse por él y cuidar cada una de sus plantas y rincones.
¿Qué objeto o planta quieres que se lleve todo el protagonismo en tu jardín? Definir un punto focal para colocarlo en un lugar bien visible te ayudará a organizar el resto de los elementos a su alrededor y dará mucha personalidad al lugar. Así, puedes decantarte por una planta que te guste mucho o que sea especialmente vistosa, o incluso por un cenador o una obra de arte.
Luego, elige el sitio donde instalarás este elemento, valorando para ello todos los ángulos desde los que se podrá ver. Por ejemplo, si tienes una mesa con sillas en tu jardín pequeño, coloca estas estratégicamente para que las personas que se sienten puedan contemplar ese punto focal. Y no olvides de asegurarte también de que se vea bien desde el interior de tu vivienda.
Por muy pequeño que sea tu jardín, siempre tendrás la opción de organizarlo por zonas. Como acabamos de comentar, crea un espacio para que te puedas mover cómodamente de un lado a otro, y coloca el mobiliario que tengas en una zona concreta. Además, si es posible, habilita un espacio para guardar los muebles y herramientas que no estés usando, de forma que los tengas siempre a mano y no te molesten.
En lo que respecta a las plantas y a sus cuidados, ten muy presente la trayectoria del sol en función de la época del año y las zonas donde más incide. Luego, utiliza esta información para instalar las plantas, de forma que aquellas que necesiten más sol queden en las zonas del jardín con más luz directa, mientras que las de sombra puedan quedar en rincones más resguardados.
Por un lado, plantéate ordenar tu jardín pequeño agrupando las plantas de la misma especie o que tengan algún tipo de similitud. Esto creará una sensación visual de amplitud, porque se crearán varios puntos de interés para la vista y se percibirá todo como más grande.
Por el otro, aplica tu propia estrategia para los colores y juega con sus propiedades. Los tonos más oscuros tienen el poder de hacer que los espacios parezcan más grandes de lo que son en realidad, y también contribuyen a crear atmósferas tranquilas y relajadas. Así que plantas azules o rosas pueden ofrecerte espléndidos resultados para que tu jardín pequeño se perciba como más amplio.
Una forma muy interesante de ganar espacio donde prácticamente no lo hay es aprovechar los muros y paredes con plantas trepadoras y enredaderas. Estas tienen la ventaja de crecer sobre superficies, por lo que son perfectas para extenderse en vertical sin quitarte apenas centímetros a lo ancho. Con el plus de contribuir a crear un ambiente muy natural, algo especialmente valioso si queremos crear un jardín pequeño en un patio donde nos guste pasar horas al aire libre.
Otra opción también es instalar una estructura de macetas verticales, para colocar las plantas que desees en una pared. Para hacerlo con estilo y buen gusto, puedes inspirarte en los bellos patios cordobeses, porque algunos son perfectos ejemplos de cómo la distribución vertical puede ser sumamente interesante para ordenar jardines pequeños.
Si tienes un patio o jardín pequeño y además te encantaría aprovecharlo para cultivar tus propias verduras, plantéate hacerlo en sus espacios laterales. Junto a sus paredes y en sus esquinas puedes colocar jardineras elevadas y de diferentes alturas en las que plantar y cuidar de hortalizas de tamaño reducido, como tomates cherry, remolachas, guisantes, judías verdes, pepinos o calabacines.
Si tienes vecinos alrededor tuyo o tu jardín pequeño es visible desde el exterior de tu vivienda, probablemente quieras ganar algo de intimidad. La opción más sencilla es instalar cañizos o celosías para evitar las miradas indiscretas, pero también puedes optar por una solución mucho más creativa y vistosa: utilizar la propia distribución y organización de las plantas para ocultar el interior. Los ya mencionados jardines verticales y las enredaderas son perfectos para conseguir este resultado, pero también puedes utilizar setos para delimitar y aislar el espacio del que dispones.
En CULMIA buscamos tu bienestar y queremos que disfrutes al máximo de tu vivienda de obra nueva, por lo que esperamos que estos consejos te resulten útiles para ordenar tu jardín pequeño. Como ves, algo de tiempo libre, planificación e ilusión bastan para lograr resultados realmente espectaculares, así que no lo dudes y aprovecha el buen tiempo para ponerlos en práctica y transformar tu espacio exterior.
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