Si disfrutamos de una vivienda grande, podemos reservar un espacio o incluso una estancia para lavar y planchar nuestra ropa. Esto tiene ventajas evidentes, pues nos ayuda a organizar mejor las prendas y a gestionar su preparación. Pero, a la vez, también puede ser sinónimo de nuevos problemas, porque si no le dedicamos el tiempo necesario, es posible que acabe cundiendo el desorden.
En el caso de que te sientas identificado con esta situación y cuentes con un lavadero pequeño en tu domicilio, queremos darte una buena noticia: en este artículo vas a encontrar los consejos y las recomendaciones que necesitas para organizarlo adecuadamente, de manera que puedas lavar y cuidar tu ropa de una forma eficiente y práctica.
Normalmente, el lavadero es la estancia más pequeña de la casa y se localiza junto a la cocina. Algo lógico, si tenemos en cuenta que cumple con una función muy concreta y que realmente no necesita de mucho espacio.
Recopilemos todo lo básico que un lavadero debe tener: lavadora, secadora, mobiliario (armarios) para guardar la ropa y espacio suficiente, tanto para desplegar una tabla de planchar o el tendedero (según necesitemos) como para colocar cestos donde podamos organizar nuestras prendas.
Teniendo esto en cuenta y con una buena distribución de todos sus elementos, quizá nos baste con un espacio de un par de metros cuadrados para instalar nuestro lavadero pequeño. Para ello, es clave que elijamos un mueble que se adapte a nuestras necesidades, ya que podemos colocar la lavadora y la secadora en columna para que ocupen el mínimo espacio posible y tener (tanto a los lados como por arriba) una serie de estantes que nos permitan guardar los productos de limpieza, la plancha, la tabla y la ropa.
O, si lo prefieres, puedes instalar la lavadora y la secadora en línea (una al lado de la otra), aprovechando así la parte superior de ambas para instalar una encimera que te resulte práctica a la hora de colocar una cesta o dejar los productos de limpieza.
Seamos sinceros: la lavadora y la secadora no son elementos muy vistosos. Y aunque a la hora de organizar un lavadero pequeño prima la funcionalidad frente a la estética, también podemos darnos el gusto de dejar este espacio lo más coqueto posible. De hecho, no lo tenemos muy complicado, porque si encajamos estos electrodomésticos en el mobiliario o los alojamos en un armario, podemos panelarlos o cerrarlos para que queden totalmente ocultos.
Una buena idea sobre cómo organizar un lavadero pequeño es guardar los envases de los productos de limpieza en otra zona de la casa. Como bien sabes, elementos como el detergente o el suavizante suelen venderse en tambores voluminosos e incluso resultan más económicos cuanta más cantidad se compre de ellos. Una circunstancia que hace inviable su guardado en estas habitaciones minúsculas y que nos obliga a buscar alternativas.
Así, como solución práctica puedes hacerte con contenedores y dispensadores de menor capacidad, de forma que puedas rellenarlos a menudo y los tengas siempre a mano en tu lavadero. Por ejemplo: si compras un dosificador reutilizable de detergente de 250 ML, evitarás tener en este cuarto el tambor del producto de varios litros que tanto espacio puede quitarte. Una ventaja muy interesante, pero no la única, ya que también podrás manejar mejor estos recipientes en el momento de aplicar los productos.
Para las prendas pendientes de lavar como las que ya están limpias y secas, recurre a cestas organizadoras para su guardado. La ropa sucia es un factor de desorden, porque podemos tener la tentación de dejarla amontonada en un rincón. Y esto en un lavadero pequeño es sinónimo de molestias e incomodidad, dado que puede quitarnos espacio e incluso hacernos tropezar.
En su lugar, si tenemos un espacio (con su respectiva cesta) para la ropa sucia, otro espacio para la ropa recién lavada y pendiente de tender, otro para la ropa sin planchar y otro para la ropa ya planchada y doblada, tendremos siempre claro cómo mantener el orden en el lavadero. Y además nos resultará tremendamente fácil el proceso, toda vez que las cestas nos permitirán sacar el máximo partido al espacio disponible.
¡Ah! Y aunque este consejo es opcional, si lo aplicas también lo agradecerás: utiliza cestas organizadoras transparentes, pues con ellas podrás saber en todo momento lo que hay dentro y no perderás tiempo buscado la ropa que necesitas.
Si tu lavadero está junto a la cocina, probablemente quieras delimitar bien ambos espacios. En este caso, la mejor opción es instalar una puerta abatible o corredera para que no reduzca el ya de por sí poco espacio con el que cuentas.
Con una puerta de este tipo evitarás ruidos cuando la lavadora esté funcionando e impedirás que los olores de la cocina se impregnen en la ropa que acabas de lavar.
Contar con una secadora te ahorrará mucho tiempo, porque podrás eliminar la humedad de la ropa recién lavada en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, es un electrodoméstico que ocupa bastante espacio y que tiene un importante consumo energético; por lo que también puedes plantearte utilizar un tendedero.
En este caso, que no falte una opción de ventilación en tus planes sobre cómo organizar un lavadero pequeño. Tener una ventana o puerta que dé al exterior ayudará a que las prendas se aireen más rápidamente y evitará que se acumulen los olores. Y, por supuesto, permitirá que entre la siempre necesaria luz natural.
Estos dos elementos pueden llegar a ser un quebradero de cabeza si queremos organizar un lavadero pequeño. Lo normal es que no puedas utilizar ambos al mismo tiempo y que incluso te dejen poco espacio para moverte mientras los utilizas. Así que no nos queda más remedio que tirar de ingenio y adaptar estos dos elementos a las características del habitáculo que tenemos.
La premisa básica es que tanto la plancha como el tendedero se puedan plegar para que ocupen menos espacio cuando los guardes. Esto te permitirá alojarlos en vertical en un armario o junto a una pared. O, si prefieres recurrir a una opción más ingeniosa, puedes comprar una mesa o armario que tenga integrada una pequeña bandeja de planchar. De esta manera, podrás extenderla cada vez que la necesites y durante el resto del tiempo prácticamente ni notarás su presencia.
En un lavadero también podemos encontrar otros elementos de limpieza como la escoba, el recogedor, cepillos o trapos y paños. Y ningún lugar mejor para colocarlos que la pared, porque ahí ocupan poco espacio y están siempre a mano. Por lo tanto, será suficiente con instalar una serie de colgadores o enganches en alguno de los muros para que podamos depositarlos.
La organización de tu lavadero pequeño también debe valorar la importancia de contar con al menos una toma de corriente que sea accesible, porque gracias a ella podremos enchufar los electrodomésticos: lavadora, secadora, plancha, etc. Además, ten en cuenta que estos son aparatos que necesitan bastante potencia para funcionar, por lo que hay que evitar sobrecargar los enchufes y darles un correcto mantenimiento.
Finalmente, atrévete a decorarlo a tu gusto. Tal y como ya hemos mencionado, el aspecto visual es secundario cuando hablamos sobre cómo organizar un lavadero pequeño, pero nunca está de más realizar un pequeño esfuerzo para que quede bonito. Al fin y al cabo, tienes muchas formas de lograrlo: utilizando papel pintado de colores claros o motivos florales, decorándolo con plantas, poniendo cuadros o láminas artísticas, instalando un mobiliario moderno, colocando una alfombra vistosa y antideslizante o aplicando un estilo provenzal al conjunto.
Poner en práctica estos 10 consejos sobre cómo organizar un lavadero pequeño puede ser un estupendo punto de partida para que lo hagas con el resto de las estancias de tu casa. De hecho, te invitamos a que descargues totalmente gratis nuestra ‘Guía para mantener el orden en casa’, porque contiene muchas más recomendaciones para que tu vivienda siempre esté en equilibrio y armonía.
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