Los jardines son una de las zonas con más estilo y personalidad en una casa. Su vinculación con la naturaleza, su amplio espacio para jugar con los niños o las mascotas, o la capacidad de desconexión del día a día, dotan a los jardines de una gran importancia dentro de los complejos residenciales.
Desde Culmia queremos ofrecerte algunos consejos para crear una zona ‘chill out’ en el jardín de tu casa que impresione, no solo a los residentes del hogar, sino también a todas aquellas personas que pasen por tu jardín. ¡Sigue leyendo este artículo para no perderte ningún detalle al respecto!
Tabla de contenidos
Decide el espacio donde se ubicará la zona ‘chill out’
Cada jardín es un mundo y con él, sus posibilidades. Contar con un jardín amplio de grandes dimensiones repercutirá directamente en la amplitud y en el espacio con el que contará la zona ‘chill out’. No obstante, aunque lo ideal sería tener a nuestra disposición un amplio jardín en el que pasar las horas, los jardines con dimensiones más reducidas también son más que recomendables para ubicar tu zona de desconexión.
Cuando el espacio del jardín es de tamaño reducido, separar visualmente los ambientes con distintos tipos de suelo o mediante la incorporación de plantas son algunas de las mejores alternativas para marcar los distintos ambientes. En ocasiones, la alternancia en la iluminación también puede jugar un papel fundamental en cuanto a la asignación de los espacios, así como la colocación de separadores físicos, tales como biombos o pequeños muros, para concretar los distintos ambientes.
¿Qué muebles incorporo en el jardín?
Aunque es bien sabido que las zonas ‘chill out’ son espacios donde prima el reposo, la calma y la desconexión, y que, por tanto, no es recomendable saturar de objetos esta zona, sí que es estrictamente necesario contar con una mesita ligera y un sofá cómodo donde sentarnos. Esto nos permitirá disfrutar del paso del tiempo mientras, por ejemplo, leemos ese último libro que hemos comprado; o, incluso, pasar varias horas descansando tumbados en el sofá.
Pese a que cada jardín es una prolongación más del estilo y personalidad de cada casa, sí que existen una serie de objetos más que recomendables para incorporar a tu zona ‘chill out’. De hecho, completar el espacio sobrante con la instalación de butacas, taburetes o sillas de madera otorgará un toque único a tu jardín.
¿Importa el color general de este espacio? La respuesta es clara; sí. Optar por colores con tonos neutros como el blanco, el gris o el ‘beige’ aportarán tranquilidad y remanso al lugar, convirtiendo tu zona ‘chill out’ en el espacio perfecto para descansar o mantener una conversación.
Utiliza elementos decorativos
Contar con una fuente o un pequeño estanque en tu jardín siempre es un aspecto más que positivo para la decoración de este. Mientras que tener a tu disposición un brasero durante los fríos meses de inverno ayudará, no solo a mantener la temperatura general de la estancia, sino también a relajarnos aún más, cumpliendo con el objetivo principal del espacio.
Como comentamos con anterioridad, crear diferentes espacios separados por luces y sombras es una de las mejores alternativas en cuanto a la decoración se refiere. Combinar la luz cálida con la luz fría o las lámparas de techo con pequeñas velas de mesa son algunas de las opciones que darán el broche de oro a tu pequeño rincón.
¿Qué material es recomendable aplicar?
La durabilidad de los muebles ubicados en el jardín es una de las grandes preocupaciones a la hora de escoger los objetos que decorarán este espacio natural. Por ello, pequeños detalles, como elegir muebles resistentes a los cambios de temperatura o proteger estos con una sombrilla o una funda cuando las inclemencias meteorológicas se presenten, permitirán aumentar la vida útil de estos objetos encargados de decorar tu zona de descanso.
Además, durante aquellas etapas del año donde las condiciones meteorológicas sean más extremas, por lo general durante los meses de invierno o los tórridos días de verano, guardar o cubrir totalmente los muebles del jardín se convierte en una de las mejores acciones para preservar el estado de sus materiales y, así, su durabilidad.
Está claro que contar con una zona ‘chill out’ en nuestro hogar favorece diferentes aspectos físicos y mentales de nuestra salud. Desconectar de la vida laboral tumbado en nuestro sofá escuchando el agua del estanque o leyendo un libro son algunos de los mejores planes para aprovechar cada minuto de desconexión del mundo exterior. ¿Te animas a comprobarlo tú mismo?
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