El proceso de compra de una casa puede ser algo estresante, sobre todo si somos ‘primerizos’. Este implica aspectos como llegar a un acuerdo con el vendedor, desembolsar una gran cantidad de dinero o realizar numerosos trámites y papeleos, por lo que también nos obliga a que prestemos mucha atención para que, a la hora de la verdad, no nos falte de nada.
Si tú estás a punto de afrontar la adquisición de una nueva casa, no te preocupes, porque en Culmia estamos para ayudarte. Hemos reunido una serie de consejos sobre las cosas a tener en cuenta al comprar una casa, y te los presentamos aquí. ¡Así que guarda este artículo y recurre a él cuando sea el momento!
Quizá quieras comprar la casa como segunda residencia, o como lugar de vacaciones. O que tengas previsto alquilarla… Detrás de una adquisición de bien inmobiliario puede haber infinidad de planes y proyectos, de forma que lo primero que hay que tener en cuenta es si la casa con la que vamos a hacernos responde a nuestras necesidades: ¿cuántas habitaciones tiene?, ¿está amueblada?, ¿el edificio dispone de ascensor?, etc. Por eso, elaborar una lista inicial de requisitos quizá te sea de ayuda.
Por ejemplo, si tenemos una familia numerosa un requisito es que sea lo suficientemente amplia como para que todos podamos vivir cómodamente en su interior. O si en ella van a vivir dos o más personas que tengan que salir a la misma hora de casa por las mañanas, que cuente con al menos un par de baños, para que no sea necesario establecer horarios. ¡Recuerda que hay detalles que pueden acabar siendo muy importantes para que disfrutemos plenamente de nuestro nuevo hogar!
No concebimos comprar una casa sin antes haberla visitado varias veces, ¿verdad? Pero verla no asegura que tenga algún problema que no se perciba a primera vista, porque pueden existir averías importantes que no se muestren hasta que no entremos en ella a vivir.
Lo aconsejable es que pongamos los cinco sentidos y confirmemos el estado en el que se encuentran el sistema eléctrico y la fontanería; y que, si va a necesitar de una remodelación, calculemos bien lo que nos supondrá llevar a cabo las obras. Mientras que, si se trata de vivienda de obra nueva, ¡no olvides solicitar su memoria de calidades!
Una de las ‘sorpresas’ —en sentido negativo— que te puedes encontrar al recibir las llaves de tu nueva vivienda es la existencia de imposiciones de algún tipo, como cargas hipotecarias, tributarias, vecinales —derivadas de los gastos de la comunidad, etc.—.
Así, para no verte en la necesidad de asumir gastos imprevistos, es importante que antes de completar la compra acudas al Registro de la Propiedad para solicitar la nota simple de la vivienda. En ella se detalla información básica, como el titular de la propiedad, la descripción de las características del piso y, lo que nos interesa aquí, las cargas administrativas que tiene —si las hay—.
Toda vivienda que sea puesta a la venta o en alquiler debe contar con un certificado de eficiencia energética. Este es un documento oficial redactado por un técnico competente que indica el consumo energético de la vivienda durante un año, teniendo en cuenta unas condiciones normales de funcionamiento y ocupación.
Existe una clasificación basada en letras para establecer este consumo, lo que te ayudará a calcular los gastos de calefacción y consumo de energía que llevará aparejados. No en vano, también puede ser una buena idea que prestes atención a aspectos como la orientación de la vivienda, las horas de sol que recibe al día, el tipo de calefacción que tiene o si cuenta con un sistema de aire acondicionado, porque todos ellos influirán también en las facturas de gas/electricidad que recibas al final de cada mes.
Quizá te encante ese piso que acabas de visitar. Pero… ¿has prestado atención a todo lo que tiene alrededor? El vecindario y el entorno son aspectos muy importantes para tener en cuenta, porque van a influir en tu calidad de vida una vez que la habites.
En este sentido, valora aquellos servicios que utilizarás cuando estés en ella —hospitales, farmacias, supermercados, colegios, transporte público, ocio, etc.— y toma la decisión de la compra si se ajustan a tus expectativas. Y, si es posible, ¡trata de informarte si hay algún tipo de problema en la zona, como ruidos excesivos, conflictos vecinales u obras, porque en algunos casos pueden convertir la ilusión en una experiencia verdaderamente negativa!
En condiciones normales, será la propia entidad bancaria la que se encargará de comprobar que puedes afrontar la hipoteca que vas a firmar para la compra de la casa. Pero incluso si recibes luz verde por su parte, no descuides este aspecto: los expertos aconsejan que la hipoteca no suponga más de la tercera parte de los ingresos totales de los nuevos propietarios de la casa, porque si respetamos esta norma no escrita evitaremos tener problemas para afrontar este y el resto de los pagos básicos.
Notaría, impuestos, registro de la propiedad, etc. La gestión de todo este proceso conlleva gastos muy diferentes, así que no te olvides de ellos. Es más, ¡calcula desde el principio que te supondrán aproximadamente un 10-15 % del coste total de la vivienda, en función de sus características! Y eso sin olvidar el 20 % —aproximado— correspondiente a la entrada de la casa…
Además de las cuotas de la hipoteca y de los gastos asociados, adquirir una casa supone asumir también una serie de recibos mensuales. Estos incluyen desde los gastos de la comunidad a los de la luz, el gas, el teléfono o el seguro. De forma que te aconsejamos que te informes sobre todas estas obligaciones, ya que no consume —y, por tanto, no cuesta— lo mismo una casa de 70 m2 que una de 120 m2, por ejemplo.
Todo edificio de uso residencial que haya cumplido 50 años debe pasar, por ley, una Inspección Técnica Oficial cada cierto tiempo. Esta se lleva a cabo por un arquitecto y comprueba que el edificio cumple con los requisitos de seguridad y salubridad necesarios para su habitabilidad.
Se trata de un requisito normativo que regulan las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos, ¡así que no olvides informarte sobre la edad de tu edificio residencial y de cómo conseguir este certificado si lo necesitas!
Si vas a hacerte con una vivienda situada en una finca o edificio de propietarios, contacta previamente con su comunidad para informarte de todo lo necesario, averiguar si hay algún proyecto u obra planificada y hacerte con los estatutos. ¡Esto te facilitará una convivencia perfecta con tus nuevos vecinos!
Estas son las cosas a tener en cuenta al comprar una casa. Esperamos que te sean de ayuda y que, sobre todo, ¡disfrutes de tu nueva propiedad!
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