Las habitaciones pequeñas suelen ser las grandes subestimadas de los hogares. Sus reducidas dimensiones pueden ser engañosas y hacer que pensemos que no podemos sacarles un gran partido, más allá de utilizarlas a modo de dormitorio, de despacho o de cuarto de estar. Sin embargo, aquí estamos para desmentir estos mitos y demostrarte que, con algunos simples gestos, es posible conseguir auténticas maravillas en estos espacios limitados.
De hecho, hemos reunido una serie de consejos que puedes aplicar desde ya en una habitación pequeña de tu casa. ¡Ponte manos a la obra y sorpréndete con los resultados!
Sí, desde un punto de vista puramente objetivo, la habitación es pequeña. Pero al menos tenemos el ‘poder’ de cambiar las sensaciones que esta transmite. Y es muy fácil hacerlo, porque es evidente que las tonalidades claras dan una sensación mental de amplitud y las oscuras transmiten la opuesta, empequeñecen.
En consecuencia, el primer ‘mandamiento’ de decoración para una habitación pequeña es pintar y decorar con colores claros. El blanco y las tonalidades pasteles o beiges nos ayudarán a hacer que parezca más grande de lo que es. Y si preferimos usar papel pintado, sus motivos pueden estar basados en rayas horizontales para que parezca más grande a lo ancho y en rayas verticales para que se perciba más amplia a lo alto.
Dentro de la percepción psicológica del tamaño de la habitación, las sombras también juegan su papel. Las zonas oscuras donde no llegue bien la luz contribuirán a acrecentar la sensación de que el cuarto es pequeño, por lo que podemos ‘jugar’ con la iluminación que entra por la ventana.
En este sentido, las cortinas jugarán un papel básico, porque se encargarán de filtrar más o menos luz en función de lo translúcida que sea, de su material, color, etc. Es más, lo recomendable es que sean lo más claras posibles para que precisamente dejen entrar los rayos de sol. Más que nada porque, si necesitas tapar estos, siempre podrás recurrir a la persiana para controlar la cantidad de luz que entra en la habitación.
¡Ah! Y un pequeño truco que también te permitirá agrandar la habitación es colgar las cortinas del techo. ¡Estas la harán parecer más alta de lo que realmente es!
Si tenemos poco espacio, no podemos pretender ocuparlo y sobrecargarlo. Como es lógico, a la hora de decorar siempre hemos de tener presente la importancia de contar con espacio para movernos con cierta libertad y comodidad. Y si la habitación es ya de por sí pequeña y la llenamos de muebles y objetos, será de todo menos cómoda.
Así pues, la decisión idónea es escoger pocos muebles y que sean los más funcionales posibles. Por ejemplo, si se trata de un dormitorio, optaremos por una mesilla pequeña, pero que tenga suficiente espacio para todo lo que vayamos a necesitar. O si utilizamos la habitación como cuarto de estar, podemos usar baldas de pared en lugar de estanterías. ¡Elige siempre las soluciones más prácticas y ya verás como tu habitación pequeña se convierte en un lugar ideal para pasar tu tiempo!
La luz artificial es fundamental en una habitación pequeña, al igual que en el resto de las estancias de la casa. Y aunque las lámparas pueden ser nuestras aliadas para dar un toque muy personal a nuestra decoración, en este caso son elementos que pueden quitarnos parte del poco espacio con el que contamos. De ahí que lo recomendable es que escojamos soluciones discretas, que se cuelguen o que se monten en la pared; y que evitemos las de sobremesa y las que se ponen de pie.
El punto focal en decoración es un punto del espacio que concentra nuestra atención al entrar en la habitación. Podemos usar diferentes elementos para concentrarlo, como un cuadro, una cama, un mueble, un objeto decorativo o incluso algo de color; y ni siquiera es necesario que sea de grandes dimensiones.
Si lo que buscamos es transmitir sensación de amplitud dentro de una habitación pequeña, elegir bien su punto focal nos permitirá ganar profundidad. Una estupenda opción puede ser un pequeño cuadro en la pared del fondo que esté frente a la puerta, o incluso una lámpara de pared, tal y como te hemos propuesto en el anterior punto.
Los espejos son comunes en las habitaciones y para las de pequeño tamaño ofrecen una ventaja muy interesante: también crean sensación de profundidad y amplitud. Si incorporas uno en la puerta de tu armario o incluso colocas uno que sea alto y de pie, el cuarto parecerá más grande y, además, lo podrás usar también como probador, para comprobar qué tal te queda la ropa o el calzado.
Los elementos naturales, como la madera, las fibras, el tejido de lino o algodón, etc. se asocian a la sencillez y al minimalismo. Por ejemplo, el mimbre es una solución ideal para conseguir muebles ligeros, pero a la vez resistentes, por lo que nos podrán ser muy útiles sin la necesidad de que ocupen mucho espacio. Mientras que la madera puede combinarse estupendamente con una pared de tonos claros para potenciar la luminosidad de la estancia.
En último lugar, no olvides recoger siempre la habitación y guardar cada sitio en su lugar. Si tienes un armario empotrado, ganarás espacio y podrás tener más cosas a mano para cuando las vayas a necesitar. Y si no es así, disfrutar de los muebles funcionales que te hemos propuesto te permitirá colocar las cosas más importantes en su superficie o en sus cajones; para que no estén desperdigadas y transmitan sensación de caos y desorden.
Estos son nuestros 8 tips de decoración para una habitación pequeña. Así que anímate y trasládalos a la tuya, porque probablemente ganarás mucho espacio a la vez que le das un toque de decoración atractivo y personal.
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