Como un artista frente a un lienzo vacío, una pared blanca ofrece infinitas posibilidades a quien desea decorarla. El reto es conseguir un resultado de buen gusto y que aporte estilo a la estancia, por lo que hoy hemos reunido 15 ideas de decoración para que puedas dar vida a ese muro blanco que tienes en casa. ¡Así que sigue leyendo y sorpréndete con las increíbles combinaciones que tienes al alcance de tu mano!
Si la pared es lo suficientemente grande, puedes realizar una composición a tu gusto con cuadros y pinturas. Aquí tu estilo marcará la diferencia, porque quizá prefieras emplear láminas coloridas y vibrantes, u optar por un estilo más minimalista, con imágenes en las que predominen colores como el blanco y el negro. ¡Y no te olvides de que tengan diferentes tamaños y que ocupen el espacio disponible con una cierta simetría!
Si buscas una solución sencilla pero espectacular de decoración en paredes blancas, plantéate colocar un gran cuadro o lámina. Puedes elegir una recreación de una obra de arte que te guste especialmente o una pintura que, por colores y composición, encaje bien con el estilo decorativo de la habitación. De hecho, actualmente ya hay incluso televisiones de gran tamaño que, cuando no las usamos, se pueden comportar como lienzos para camuflarse.
Si añades listones de madera y luego los pintas, podrás crear diferentes motivos y composiciones. Por ejemplo, una opción son los cuarterones para cubrir la mitad inferior de la pared, es decir, ornamentos de forma rectangular que se repiten varias veces y que se pueden pintar en un color diferente para crear un contraste.
Si te gustaría darle un toque natural y desenfadado a tu pared blanca, puedes optar por el estilo ‘boho-chic’. Basta con que te hagas con uno o varios tapices hechos con la técnica de macramé y que los cuelgues; y luego también podrás decorar el resto de la habitación con materiales como la madera, la fibra o el bambú. ¡Ya verás cómo consigues un resultado muy relajante y acogedor!
Una alternativa a utilizar cuadros es convertir la propia pared blanca en el lienzo. Puedes recurrir a vinilos y hacer composiciones a tu gusto o, incluso, si se te da bien, realizar tu propio grafiti para dar un toque muy personal, urbano y animado al muro.
La opción anterior es algo osada y arriesgada, por lo que, para decoración en paredes blancas, también puedes plantearte utilizar papel pintado o vinilos con motivos clásicos. Gracias a ellos, puedes crear vistosas cenefas o motivos muy diversos que contrasten con el color blanco; con la ventaja de que podrás adaptar fácilmente la pared al estilo decorativo que hayas elegido para el resto de la estancia.
¿Has hecho de alguna frase o lema el leitmotiv de tu vida? ¿Hay palabras que te inspiran y guían tu camino? Traslada todo ello a la pared blanca que necesitas decorar, porque seguro que te encanta el resultado. Además, en este caso puedes elegir color, tipografía, tamaño de las letras, etc. de forma que es una opción muy personalizable.
Es una de las ideas más habituales, porque una pared blanca nos invita a ocuparla con mobiliario funcional, como estanterías o baldas. Con la ventaja de que estas también te ofrecen miles de posibilidades: puedes tender hacia unas baldas minimalistas que tengan unos pocos objetos decorativos, hacia una estantería completa llena de libros, hacia muebles de diseños modernos o incluso hacia combinar cajas de diferentes tamaños y forrar su fondo con papeles de colores.
Esta solución es muy moderna e ideal para estancias en las que busquemos crear atmósferas acogedoras y con poca iluminación natural. De hecho, es habitual que los streamers la utilicen para sus directos, porque las luces de león dan un toque moderno y pop sin grandes complicaciones. Es suficiente con activarlas y estas conseguirán llamar rápidamente la atención para mostrar mensajes o imágenes que incluso podemos personalizar a nuestro gusto.
No es necesario que pintemos la pared blanca para cambiarla de color o que le añadamos algún elemento, como los mencionados cuadros, estanterías o tapices. También podemos colocar tiras LED alrededor y jugar con la iluminación para cambiar su color a nuestro gusto. Aunque, lógicamente, esta opción solo destacará si la habitación está poco iluminada; por lo que es recomendable si lo que queremos es sacar provecho a la pared blanca en zonas con poca luz o que utilicemos especialmente por la noche.
Los apliques también son recursos interesantes para ocupar parte del espacio que nos deja una pared blanca. Bien como lámparas de pared o como piezas ornamentadas, estos objetos siempre funcionan bien como complemento y pueden amoldarse al estilo decorativo que sea de tu gusto.
En vez de cuadros o lienzos, quizá prefieras instalar uno o varios espejos a modo de decoración en pared blanca. Sus marcos se encargarán de adornar la composición, mientras que su reflejo transmitirá una sensación de profundidad y amplitud a la habitación. Algo especialmente necesario si se ubican en una estancia de pequeño tamaño.
Uno de los usos más interesantes que puedes dar a tu pared blanca es convertirla en un espacio de recuerdos. La opción más tradicional sería colocar un corcho para poner en él tus fotos, notas, placas y demás adornos, aunque actualmente la solución más moderna y asequible es utilizar simplemente unas cuerdas a modo de guirnalda. ¡Con ella le darás un toque muy festivo y desenfadado a la pared!
Bien empleadas, las plantas pueden ser amigas de la decoración en el hogar. En este caso, el color verde se lleva bien con el blanco de la pared, así que tienes la ocasión de colocar maceteros colgantes para conseguir un efecto selvático. O quizá te baste con aprovechar una estantería o varias baldas para situar varias plantas de interior. ¡Ah! Y si no quieres preocuparte de su mantenimiento, siempre podrás comprar unas plantas artificiales para lograr un resultado similar.
Las bandejas redondas elaboradas a partir de materiales de fibra (como el mimbre o el bambú) pueden dar también mucho juego en paredes blancas. Y es que las puedes encontrar con colores y motivos muy diversos, de forma que son una alternativa muy original a los cuadros para dar más fuerza a una habitación donde las texturas y los materiales naturales se impongan.
Estas son nuestras 15 ideas de decoración en paredes blancas. Así que elige las que más te gusten, ponlas en práctica… ¡y no olvides contarnos los resultados!
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