Recientemente te hablamos de un estilo decorativo rompedor que, aunque se inspira en el pasado, no pierde su encanto con el paso del tiempo. Se trata del estilo industrial, una opción decorativa para personas con viviendas grandes y muchas ganas de atreverse. Pues bien, ahora queremos dar un paso más hacia delante y presentarte una de sus posibles evoluciones, el estilo industrial chic.
Esta conserva la esencia del estilo decorativo principal, pero lo combina con otros elementos que le dan un toque distintivo y elegante. Por lo que el resultado termina ofreciendo una mezcla muy interesante entre lo clásico y lo contemporáneo.
¿Qué te parece? ¿Te animas a conocer todos los detalles sobre el estilo industrial chic?
Tal y como acabamos de indicar, esta opción decorativa utiliza como premisa el estilo industrial. Lo que significa que presenta características como estas:
Siguiendo estos consejos estilísticos, probablemente conseguiremos una decoración vintage, llamativa y sorprendente. Pero para que pueda considerarse elegante, todavía faltarán varios pasos más. Te dejamos varias ideas:
Se podría decir que, puestos a mezclar estilos, el nórdico es el que mejor encaja con el industrial chic. De hecho, su presencia es perfecta para dar ese toque ‘chic’ que buscamos, porque apuesta por el minimalismo, por las líneas simples y rectas y por los colores claros, como el blanco y el gris. Por no mencionar que comparten su gusto por un material como la madera, porque en ambos casos persiguen resultados muy naturales que nos recuerden a lugares como el campo y el bosque.
Más allá de incentivar la iluminación natural, para las horas sin sol también debemos contar con lámparas y fuentes de luz que tengan personalidad propia. Normalmente, para la decoración de estilo industrial chic se utilizan lámparas de techo con un diseño moderno, pero inspirado en las que se utilizaban en fábricas, escuelas y hospitales hace cerca de un siglo.
Estas destacaban por su resistencia y durabilidad. Y aunque ahora, en principio, no deben soportar ambientes exigentes (con presencia de humos, de calor o incluso de sustancias tóxicas) también deben transmitir sensación de robustez.
Por lo demás, para no desentonar lo preferible es que estas lámparas estén fabricadas en metales como hierro, acero, cobre o bronce. Y para que su imagen se perciba también como actual, podemos optar por filas de focos o lámparas de rejilla, porque además de resultarnos prácticas, sabrán combinar su esencia clásica con un diseño innovador.
Para la cocina, podemos instalar electrodomésticos con una imagen moderna e incluso futurista, siempre y cuando sus acabados sean en un metal de calidad como el acero inoxidable. De hecho, es de sobra conocido que este tiene grandes ventajas para un lugar tan exigente como la cocina, porque es resistente a las altas temperaturas, es de gran dureza, de apariencia higiénica y fácil de limpiar.
Como resultado de estos beneficios, hay multitud de diseños de electrodomésticos de acero inoxidable. Y dado lo bien que se lleva el estilo industrial chic con el metal, la mayoría de ellos encajarán estupendamente en una cocina de este tipo.
A las ya clásicas líneas cuadradas y rectas podemos añadir un contrapunto en forma de líneas curvas. Y es que, aunque no hay que abusar de ellas en este caso, sí pueden ayudarnos a modernizar un poco la sensación general e incluso a transmitir cierta feminidad a la vivienda, porque el estilo industrial destaca por ser eminentemente masculino.
Para lograrlo, puedes utilizar jarrones y vasijas con estas formas curvas para depositar otro elemento más femenino como las flores, o colocar figuras decorativas de cerámica que tengan unos diseños redondeados. ¡De lo que se trata es de transmitir esta sensación de forma sutil, sin comprometer en ningún caso la esencia del estilo industrial chic!
Por definición, el diseño industrial es frío: el cemento, el ladrillo, la madera o el metal son materiales que lo fomentan, así como su minimalismo estilístico o la apariencia generalizada de antigüedad y desgaste. Es por ello por lo que las alfombras y los textiles no encajan demasiado bien con él, aunque esta no es una regla insalvable.
Es más, para poder contar con ellos y que aporten en la decoración de estilo industrial chic, los textiles han de tener una imagen sobria y desgastada. Por ejemplo, las líneas geométricas son siempre una elección acertada. Y, para no salir de la línea principal que ya está marcada, los colores fríos y apagados (especialmente, de la escala de grises) también se deben imponer.
En el caso de las alfombras, lo preferible es que sean lisas y sencillas. Podemos optar entre opciones monocromáticas de un tipo de gris o marrón, o arriesgar un poco más con patrones de dibujos repetitivos o las mencionadas formas geométricas. Estas últimas incluso contribuirán a modernizar algo la estancia y nos ayudarán a lograr ese contraste que buscamos entre lo clásico y lo actual.
Ya cuentas con varias claves para conseguir una decoración industrial chic en tu vivienda. Así que ahora está en tu mano llevarlas a la práctica para crear un espacio único que se adapte a ti y sorprenda a todas sus visitas.
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