La primera impresión siempre es importante. Especialmente cuando se trata de un espacio tan personal como nuestra casa, porque en ella recibimos a familiares, amigos e incluso, en alguna que otra ocasión, a desconocidos como repartidores, obreros, vendedores, etc. De ahí que la entrada sea una de las zonas en la que más debamos cuidar la presentación e imagen.
Y es que abrimos la puerta al visitante y ahí está ésta, a la que también conocemos como recibidor. Es el lugar que marca el inicio de un ‘mundo’ nuevo, en el que nosotros hemos decidido todos los detalles: los colores de las paredes, el mobiliario, el estilo y más. Por lo que de nuestras elecciones dependerá la opinión que se llevará el recién llegado, sobre todo si no va a pasar de la entrada ni ver el resto de las estancias.
Así que este espacio es la carta de presentación de nuestro hogar. Lo que nos lleva a contarte hoy cómo puedes decorar la entrada de tu casa y a ofrecerte una serie de consejos y trucos para que lo hagas con estilo. ¿Nos acompañas?
El primer ‘mandamiento’ es tener siempre presente la función de la entrada de una casa: la de ser el principal lugar de paso junto con el pasillo, ya que la recorremos cada vez que entramos o salimos. Por lo que, necesariamente, debemos tener muy en cuenta el espacio con el que contamos y liberarlo para que cualquier persona pueda moverse por él con comodidad y sin golpear a ningún objeto o mueble.
Para que te hagas una idea, lo recomendable es que, en el caso de que tu recibidor sea pequeño, este cuente con al menos un metro cuadrado; y que, si se trata de un pasillo, este al menos disponga de 1,20 metros de ancho para que pasar por él no resulte incómodo.
Al tratarse de un lugar que cumple con unas funciones tan específicas, lo mejor es que lo separes claramente del resto de las estancias. Aquí el propio diseño de la casa podrá echarte una mano con sus tabiques, aunque también podrás utilizar la distribución del mobiliario, los colores de las paredes o la superficie de una alfombra.
Abrigo, cartera, bolso de mano, llaves, gafas, bolsas… son muchos los objetos que podemos llevar al llegar a casa y que probablemente estemos deseando soltar nada más entrar por la puerta. De manera que tenemos que ponérnoslo fácil y buscar un mueble que nos aporte comodidad y funcionalidad.
Si nuestro recibidor es poco espacioso, quizá nos baste con un perchero de pared para depositar los abrigos o bolsos y un pequeño mueble para dejar lo más importante, como las llaves o las gafas. O incluso una pequeña silla, banco o taburete que cumpla con esa función.
Y si es de mayor tamaño, las opciones se multiplican, porque hay multitud de muebles que servirán para decorar la entrada de tu casa. Todo dependerá de lo que necesitemos, ya que, por ejemplo, si acostumbramos a descalzarnos nada más poner los pies en nuestro hogar, podemos optar por un práctico mueble zapatero. Mientras que, si acostumbramos a deshacernos de muchas cosas al entrar, deberemos escoger mejor un mueble de recibidor con una superficie amplia.
Además de un mueble o perchero, también podrás instalar o colocar otros elementos habituales en la entrada de una casa. Nos referimos a los complementos decorativos, elementos ideales si dispones de una consola o mesita con una buena superficie, y que te ayudarán a reforzar tu estilo decorativo.
Se nos ocurren un jarrón o cesto con flores, una lámpara de mesa que dé una iluminación indirecta y acogedora en las tardes o noches, un platillo o bandeja para dejar las llaves… Por no mencionar otros elementos con los que podrás decorar las paredes, como un espejo, (también) una lámpara o cuadros y fotografías.
Probablemente hayas decidido dar a tu vivienda un estilo de decoración muy definido. En cuyo caso, ten en cuenta siempre que tu ‘sello’ debe notarse desde el mismo recibidor, para que el conjunto tenga pleno sentido. Como ya hemos explicado al principio, esta zona es un libro abierto y dice muchas cosas de las personas que habitan la casa, por lo que puedes aprovechar la entrada para crear una estupenda impresión en tus visitas.
¿Y si te gusta arriesgar? Puedes hacerlo también, para lo cual tendrás la opción de instalar un mueble diferente al resto del estilo de la casa. Este puede tener un diseño propio que llame bastante la atención, pero recuerda rodearlo de unos complementos que encajen bien con su diseño y color, como un perchero, espejo o armario.
Una entrada bien decorada tiene que animar al visitante a entrar y generarle curiosidad sobre lo que se encontrará más adelante en la casa. De esta forma, lo que tenemos que buscar es que produzca sensaciones positivas y atrayentes.
Normalmente, en decoración perseguimos conseguir combinaciones de muebles, colores y distribuciones que den resultados ‘bonitos’ para la vista; y esta búsqueda se tiene que acentuar en el recibidor. Así que no dudes en dedicarle más tiempo a su decoración que a otras zonas de la casa, ya que además de buscar lo vistoso, es básico que no dejes de lado la practicidad y funcionalidad de los muebles que elijas.
La superficie que pisaréis tú y el resto de tus visitas también merece un aparte. Al tratarse de los primeros metros de tu casa, probablemente termine siendo la zona más susceptible de ensuciarse, ya que la solemos pisar con el calzado de la calle y hasta ella arrastraremos polvo, tierra, arena, etc. Por lo tanto, como primer requisito, elige un suelo que sea fácil de limpiar y que te ofrezca durabilidad. Sin olvidar tampoco unas propiedades antideslizantes, para que puedas usarlo sin miedo a sufrir una caída o tropiezo.
Todo esto será lo principal y, una vez solventado, podrás pasar a los detalles estéticos. Es más, el suelo es una parte fundamental de la decoración de la entrada de tu casa, porque puedes elegir multitud de materiales y diseños para lograr resultados distintos. Por ejemplo, la madera aporta calidez y naturalidad, pero es poco resistente a la suciedad o la humedad; mientras que los laminados o vinilos son más duraderos y te proporcionan infinitas opciones de diseño, aunque si se estropean te obligarán a sustituir por completo la pieza afectada.
Y si tienes ya instalado un suelo en tu hogar, no te termina de convencer y buscas probar una nueva opción sin complicarte… ¡opta por una alfombra! Le dará un plus de confort, te ayudará a delimitar el espacio de la entrada y podrás elegir el diseño que más te guste para que complemente al resto de elementos del recibidor.
Lo lógico es que en la zona del recibidor no haya ninguna ventana, tan solo la puerta a la que da acceso. Esto quiere decir que acostumbra a ser una de las zonas peor iluminadas de la casa, por lo que lo aconsejable es que utilicemos colores claros (como el blanco, el azul, el beige o el rosa) para aportarle cierta claridad e incluso transmitir sensación de mayor espaciosidad.
Y si lo que persigues es presentar un recibidor mucho más personal y enérgico, también podrás optar sin miedo por tonos más atrevidos. El naranja es un color social y juvenil que seguramente resulte atractivo para tus visitas, mientras que el negro es una opción muy elegante que podrás combinar a la perfección con el blanco para conseguir un resultado sobrio pero a la vez interesante. Y en cuanto al verde, puede ser una elección estupenda si tu estilo es natural y decoras la zona con plantas o muebles de madera, mimbre, etc.
¿Qué te han parecido estas 8 recomendaciones para decorar la entrada de tu casa? Conseguir un resultado vistoso y atractivo no es complicado, así que te animamos a llevarlas a la práctica para que tus visitas se lleven un recuerdo inolvidable.
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