Cuando lo que buscamos es disfrutar de una habitación acogedora, el tamaño no es un factor decisivo. Lo importante es acertar con su amueblado y decoración para poder sacarle todo el partido y lograr una sensación de bienestar y confort. Por eso, si en tu caso tienes una sala de estar pequeña en tu casa, tenemos una buena noticia que darte: puedes conseguir resultados muy vistosos sin hacer un gran esfuerzo.
¿Cómo? Basta con que apliques algunos o todos los consejos que hoy te traemos. ¡Así que sigue leyendo y descúbrelo de primera mano!
Empecemos por el principio: concretar el uso que le vamos a dar a la habitación pequeña. En condiciones normales, este espacio se utiliza para ver la televisión, leer, estudiar o trabajar, recibir a las visitas, escuchar música o comer. Y la decoración podrá variar en función del partido que queramos sacarle.
Así, si nos interesa tener una televisión, deberemos elegir un lugar específico para instalarla y verla adecuadamente. Mientras que si nuestra elección es utilizar la habitación como zona de estudio o como oficina, lo importante será que dispongamos de una mesa de escritorio y de una silla confortable.
Prioriza la funcionalidad y comodidad, para que el mobiliario te ofrezca justo lo que necesitas. Como bien dice su nombre, esta sala es “para estar” en ella, de forma que lo más importante es crear un entorno agradable y que se adapte a nuestras necesidades.
Independientemente del uso principal que vayamos a dar a nuestra sala de estar pequeña, el sofá es un elemento que no puede faltar. Fundamentalmente, porque su simple presencia lo convierte en el epicentro de la habitación y tiene la capacidad de transmitir por sí solo las sensaciones de bienestar y comodidad que todo el mundo asocia a estas habitaciones.
Como en este caso nuestro objetivo es decorar una sala de estar pequeña, debemos cuidar mucho las medidas del sofá para que no acabe convirtiéndose en un incordio en vez de una respuesta a nuestras necesidades. Para ello, ten en cuenta las plazas que debe tener (de 2 o 3 máximo, en función de las personas que haya en la casa) y evita los modelos voluminosos.
Es decir, descarta los modelos que tengan grandes brazos, respaldos altos o los diseños modulares. En su lugar, plantéate adquirir un sofá discreto, de patas altas y poca profundidad, para que puedas ahorrar espacio y su presencia no abrume a nivel visual. O, si incluso las cuentas no te salen a la hora de tomar medidas, puedes optar por una alternativa: adquirir en su lugar dos butacas que te garanticen el reposo siempre que lo necesites.
Por una cuestión de comodidad, todo sofá (o butaca) debe estar acompañado de una mesa. Además de dejar en ella todo lo que tengamos en ese momento a mano, como una taza de café o libro, también cumplirá una importante función estética gracias a su diseño y a los elementos decorativos que decidas añadirle, como un jarrón con flores o un centro.
Como puedes imaginar, en este caso también te recomendamos que elijas una mesa pequeña para que te ocupe el menor espacio posible. De hecho, hemos de ser realistas y asumir que no nos va a permitir depositar muchas cosas sobre ella, porque en este caso el tamaño de la sala de estar es un claro condicionante.
Y si, pese a estas limitaciones buscas una mesa funcional, plantéate la compra de una extensible. De esta manera, podrás tenerla recogida la mayor parte del tiempo y abrirla en momentos puntuales, cuando realmente precises tener más superficie (como, por ejemplo, si recibes una visita).
La luz es una magnífica aliada de las estancias, porque elimina las sombras que las hacen parecer pequeñas. Con lo cual, para decorar una sala de estar pequeña es muy importante que demos protagonismo a la luz natural durante el día y que también nos preocupemos de garantizar una correcta iluminación artificial durante las horas nocturnas.
Da un especial protagonismo a la ventana o ventanas de la habitación y, en horas diurnas, deja que entre la mayor cantidad posible de luz. Mantén altas las persianas y utiliza cortinas finas y translúcidas para ello. Mientras que para la tarde y la noche, usa apliques o focos empotrados para no ocupar mucho espacio; o, si lo prefieres por su poder decorativo, instala lámparas colgantes de techo/pared.
Además, en lo que respecta a la luz artificial, procura que esta satisfaga en todo momento tus necesidades. Piensa que si el uso principal de tu sala de estar será ver la televisión, probablemente tan solo necesites una fuente de luz general; mientras que si en ella vas a estudiar o leer, también necesitarás un foco específico de iluminación que apunte al lugar donde te encuentres.
Aunque no puedas ganar más metros a tu sala de estar pequeña, sí puedes jugar con las sensaciones que transmite. Y una de las formas más sencillas es experimentando con los colores y sus sensaciones, porque las tonalidades neutras y claras se perciben como más luminosas y crean sensación de amplitud.
El blanco es una opción clásica, pero puedes arriesgar con alternativas como el verde y el azul claro, las tonalidades grisáceas o incluso terrosas. Y, si quieres probar con una opción más alegre o intensa, puedes hacerlo incluyendo un color más contundente en los elementos decorativos (como los cojines o la alfombra) o en la pared principal. De hecho, un pequeño truco para transmitir sensación de profundidad en una sala de estar pequeña es pintar una de las paredes de un color más oscuro que el resto.
Al igual que puede ocurrir con los colores si aciertas con ellos, la decoración de una sala de estar pequeña puede mejorar si te preocupas de colocar estratégicamente unos espejos. Como ya hemos comentado en varias ocasiones, estos son un recurso perfecto para crear sensación de profundidad y, por tanto, para hacer que las estancias parezcan más grandes de lo que en realidad son.
Como recomendación, no te ciñas únicamente a los espejos propiamente dichos, porque otros elementos pueden ofrecerte un resultado similar gracias a su capacidad reflectante. Se nos ocurre, por ejemplo, la colocación de un pequeño mueble acristalado junto a una de las paredes. Con él también amplificarás el efecto visual y potenciarás la luminosidad en la habitación.
Si te falta espacio a lo ancho y a lo largo, gánalo a lo alto. Tan fácil como eso. Un ejemplo práctico muy útil es dejar una de las paredes lo suficientemente despejada para colgar la televisión. Actualmente estos electrodomésticos tienen un diseño plano, por lo que no es necesario ponerlos sobre un mueble específico.
Además, en lugar de estanterías puedes utilizar baldas o estantes de pared. Estas te brindarán un lugar de almacenaje, pero sin sacrificar el valioso espacio que tienes disponible en tu sala de estar pequeña.
Hasta aquí nuestras 7 ideas para la decoración de una sala de estar pequeña. Como has podido comprobar, son opciones prácticas y sencillas de aplicar, por lo que estamos seguros de que te ayudarán a sacarle todo el partido a tu estancia para que se convierta en uno de los lugares favoritos de tu casa.
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