Para poder dar respuesta a sus necesidades, la seguridad en el hogar debe ser entendida desde un enfoque integral. Principalmente, porque, tal y como indica el diccionario de la RAE, la cualidad de seguro implica estar «libre y exento de todo peligro, daño o riesgo». Y la realidad es que, actualmente, no son precisamente pocas las amenazas que pueden comprometer la tranquilidad de una vivienda.
Tanto es así que, a la hora de cuidar de nuestra casa, debemos tener claros dos conceptos distintos, pero igualmente importantes. Se trata de la protección y de la seguridad, ya que aunque pueden llegar a confundirse, en realidad atienden a dos tipos de peligros diferentes.
Esta es la razón por la que hoy en CULMIA queremos hablarte de ambos, para que al terminar este artículo tengas clara la diferencia entre safety y security; y, de esta forma, puedas atender cada una como requiere.
Distinguir entre ambas es sencillo, porque la clave está en el tipo de riesgo que puede afectar a nuestro hogar. Así, tenemos:
Por sus características, atender una y olvidar la otra equivaldrá a dejar desprotegida y en riesgo nuestra casa, ya que hoy en día los peligros pueden venir en cualquiera de estas direcciones. Y los datos así lo demuestran: en 2023 se produjeron unos 900.000 accidentes domésticos, a una media de 2.500 al día; mientras que hubo 122.444 robos con fuerza en domicilios y otras instalaciones.
Aunque los accidentes y percances en el ámbito domiciliario suelen suceder por sorpresa, es importante tener en cuenta que se pueden prevenir y anticipar. Lógicamente, el riesgo de sufrir alguno de ellos nunca puede ser nulo, pero por fortuna contamos con las herramientas y mecanismos para conseguir reducirlos a la mínima expresión.
El primer aspecto clave es conocer información relevante sobre estos incidentes. Por ejemplo, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud realizada en 2017:
Por otro lado, también es útil saber que la cocina y el cuarto de baño son las estancias más peligrosas del hogar, por delante de los dormitorios, el salón y el jardín. Principalmente, porque son datos que nos pueden ayudar a priorizar y a concretar más medidas de prevención en aquellas zonas donde hay más peligros.
Tal y como destaca la organización de consumidores FACUA, los accidentes más frecuentes en el entorno doméstico son las heridas y hemorragias, quemaduras, caídas y golpes, atragantamientos y asfixias, intoxicaciones y envenenamientos, y electrocuciones.
Cada uno de estos peligros presenta sus propias características, por lo que debe analizarse de forma independiente para aplicar los mecanismos de prevención apropiados. Sin olvidar también aspectos relacionados con las personas que viven en la vivienda, porque factores como la edad o el estado físico también deberán marcar nuestras decisiones.
Por ejemplo, en el caso de los bebés es necesario tomar medidas de precaución extraordinarias para evitar los percances más habituales en estas edades, como las electrocuciones, los atragantamientos o las intoxicaciones; mientras que en las personas de la tercera edad, la prioridad será prevenir caídas y golpes en lugares como el cuarto de baño o el dormitorio.
Siguiendo con las diferencias entre safety y security, esta última nos invita a preparar nuestra vivienda para que sea segura frente a actos externos de delincuencia. Y, al igual que en el caso de la prevención de accidentes/incidentes, la información también es ‘poder’ para tener claro dónde debemos actuar. Por eso, te ofrecemos aquí algunos datos de interés:
La seguridad (entendida como las actuaciones a realizar frente a los ataques intencionados) puede encararse desde tres áreas. Son las siguientes:
La atención es un aspecto importante en el caso de la security, porque no debemos ‘pecar’ de exceso de confianza. Normalmente, cuando se trata de un robo o asalto planificado, el delincuente hace algunos movimientos que pueden delatarle. Nos referimos a dejar marcas o testigos en nuestra puerta, realizar llamadas al teléfono o telefonillo para comprobar si estamos en la vivienda, robar la correspondencia para obtener más información sobre nosotros, merodear por los alrededores o incluso manipular con antelación la cerradura para comprobar su estado o para replicar nuestra llave, tal y como ocurre con la técnica del impresioning.
Por lo tanto, conocer a los ladrones y saber cómo actúan es también un excelente mecanismo para anticiparse a sus movimientos y reforzar la seguridad de nuestra vivienda. Es lo que podemos hacer, por ejemplo, si instalamos una cerradura de calidad en nuestra puerta que nos ofrezca protección frente a técnicas limpias de apertura, como el mencionado impresioning, el bumping o el ganzuado; ya que dos de cada tres robos suceden a través de este sistema.
Como has podido comprobar, aunque las diferencias entre safety y security son claras, no es sencillo prestar a cada una la atención que se merece. De hecho, el desconocimiento puede hacer que las confundamos y que, a causa de ello, cometamos errores o despistes fatales. Lo que nos anima a proponerte que descargues a continuación, de forma totalmente gratuita, nuestra ‘Guía de medidas de seguridad en el hogar’.
En ella te hablamos largo y tendido sobre ambas, te explicamos todas las claves que necesitas para saber proteger tu vivienda y, lo más importante, te ofrecemos consejos específicos para que puedas ponerlos en práctica en tu día a día. ¡Así que tienes a un solo ‘clic’ un completo manual que puede evitarte sustos en el futuro!
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