Cuando nuestro objetivo es alquilar o comprar una vivienda, conocer cada detalle sobre el sector inmobiliario es importante. Por eso, al sumergirnos en este apasionante mundo, es muy probable que aprendamos muchas cosas nuevas y que prestemos atención a aspectos que, en otras circunstancias, quizá se nos pasarían por alto.
Un buen ejemplo de esto puede ser la diferencia entre dos tipos de viviendas: piso y apartamento. Y es que, de primeras, ¿sabes cuáles son las características definitorias de una y otra? Quizás tengas claros ciertos aspectos, pero otros se te escapen. Aunque, en cualquier caso, no te preocupes, porque en Culmia queremos despejar cualquier duda que tengas al respecto y contarte en las siguientes líneas cómo distinguir ambas.
Empecemos por el principio: ¿qué dice al respecto la máxima autoridad de la lengua castellana? Según el diccionario de la Real Academia Española (RAE):
De hecho, curiosamente, la primera acepción de “apartamento” indica que es un sinónimo de “piso” entendido este como una “vivienda”. Así que es comprensible que podamos confundir un concepto con el otro, a pesar de que realmente hay aspectos que nos pueden ayudar a diferenciarlos.
Desde la óptica del territorio español, y si nos fijamos bien en los significados de las dos palabras, podemos llegar a una conclusión fundamental: como los apartamentos son pisos pequeños, todos ellos son pisos. Sin embargo, no todos los pisos son apartamentos. Es decir, un concepto engloba y abarca al otro, porque simplemente se utiliza para nombrar a un grupo de viviendas entre los que se encuentran los apartamentos.
Por lo tanto, y partiendo de un punto puramente objetivo y semántico, se trata de un matiz básicamente de tamaño, aunque realmente también hay connotaciones que nos pueden facilitar su distinción. Y es que en España normalmente utilizamos la palabra “piso” para referirnos a una vivienda que se encuentra en un edificio de varias plantas y en la que residimos durante la mayor parte del año; mientras que solemos referirnos a “apartamento” cuando aludimos al espacio vacacional donde acudimos en nuestros períodos de descanso.
Esto es así porque, normalmente, cuando buscamos una vivienda vacacional, lo más importante es tanto su ubicación geográfica como las funciones que va a tener para nosotros. En estos casos, lo lógico es que nuestra elección sea un lugar más pequeño que nuestra casa principal, dado que la falta de espacio quedará compensada por las características del entorno. De ahí que lo veamos como un piso secundario o accesorio.
Además, todo lo dicho hasta ahora termina de cobrar sentido si vamos a la raíz etimológica de “apartamento”, porque proviene del término italiano “apartamiento”, el cual, a su vez, nace de la palabra latina “partire” (partir). Es decir, una “parte” de algo. Lo cual explica que en el continente americano incluso se utilice más el término sinónimo “departamento”, que también es válido para aludir a alguna de las partes en las que se puede dividir el todo de algo.
Por lo tanto, si lo que buscas es hacerte con una primera residencia, lo más probable es que prefieras enfocar tus búsquedas hacia la adquisición de un piso. Y, por las características de este, también es muy posible que tengas que realizar una mayor inversión económica, ya que será de mayor tamaño y lo utilizarás para habitarlo durante gran parte del año.
En cambio, si lo que necesitas es una segunda vivienda, que esté apartada de la primera y que te permita a ti y a tu familia desconectar de la rutina diaria, deberás utilizar la palabra “apartamento” en tus búsquedas.
Y aunque seguramente estas te arrojen numerosos resultados, lo más normal es que sus precios sean más asequibles que en el caso de los pisos. Tanto por su menor tamaño como por su ubicación, porque la lógica inmobiliaria dice que cuanto más pequeña o apartada esté la localidad de residencia de los grandes centros urbanos, más barato será el precio del metro cuadrado.
De todas formas, en cualquier caso, todo esto no son normas escritas y también es posible encontrar personas que piensen en hacerse con apartamento con otras finalidades. Por ejemplo, estos pueden ser una estupenda alternativa – por barata y accesible – para las personas que vivan solas o las familias de pocos integrantes, así como para aquellas que estén dispuestas a vivir en una localidad alejada de la ciudad. O incluso para aquellas que quieran invertir en bienes raíces y tengan en mente alquilar esta vivienda durante todo el año o durante períodos estacionales.
Como has podido comprobar, teniendo claras un par de ideas, es bastante sencillo diferenciar entre un piso y un apartamento. Así que, ahora que ya lo sabes, tan solo te queda decidir qué necesitas.
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