En el momento de plantearnos decorar de cero nuestro hogar o hacer algunos cambios que nos agraden y que le den una nueva imagen, es importante que elijamos un estilo concreto para que el resultado sea coherente. Esto nos ayudará a aclarar las ideas y nos guiará durante el proceso, de forma que los diferentes aspectos de la decoración —distribución de los muebles y objetos, ocupación de los espacios, uso de colores, etc.— terminen adquiriendo plena armonía.
Ten en cuenta que la decoración es, en cierto sentido, una plasmación de tanto nuestra forma de ser como de nuestro estilo de vida. Por eso, es lógico que muchas personas asimilen los principios de algunas filosofías populares – y particularmente, de las de origen oriental – para trasladarlas a su casa y representarlas mediante la combinación de todos los elementos que hay en su interior.
En esta ocasión, queremos hablarte de una de las más conocidas, el Feng Shui, y de cómo puedes aplicar sus preceptos para decorar y adornar el dormitorio de tu domicilio según su estilo. ¿Te animas a no perderte detalle de todo lo que tenemos que contarte?
Si no conoces el Feng Shui o no has oído nunca hablar de él, probablemente te estés preguntando las razones por las que esta filosofía oriental destaca sobre otras. Pues bien, una de las más importantes es que tiene más de 3.500 años de historia, ¡por lo que su enorme antigüedad es una prueba del éxito que ha tenido!
Su origen se sitúa en China, ya que su nombre significa ‘viento’ y ‘agua’ en chino. Esto se debe a que surgió como técnica para estudiar los cambios que se producían en la naturaleza – como los relacionados con los astros y el clima – y cómo afectaban estos al ser humano. O más en particular, a la energía vital que sus precursores creían que tienen las personas, y que denominaban ‘chi’.
De modo muy básico, diremos que el Feng Shui propone conseguir el equilibrio de esa energía vital a través de la distribución, decoración y orientación del entorno y los espacios en los que desarrollamos la mayor parte de nuestra vida y donde, por tanto, también realizamos nuestras actividades cotidianas. Con lo cual, nuestro hogar es uno de esos lugares claves que debemos tratar de armonizar con nuestro ‘yo’ interior.
Según esta filosofía, si prestamos atención y cuidamos nuestra casa, esta influirá de forma positiva en nosotros. Algo que podemos hacer a través de la decoración de sus estancias, de la orientación y distribución de los muebles o de la elección de los colores.
Al fin y al cabo, se calcula que pasamos aproximadamente el 90 % de nuestra vida en espacios interiores – principalmente nuestra casa y nuestro lugar de trabajo – y casi la tercera parte en nuestro dormitorio. De ahí que la relación entre el Feng Shui y el lugar de descanso sea tan estrecha.
Nuestra finalidad es atraer energía positiva para el dormitorio. Una tarea que podemos lograr siguiendo estos consejos:
Para fluir, la energía debe tener espacio. Un dormitorio que esté ordenado y limpio facilitará estas buenas vibraciones, al igual que su correcta aireación y ventilación.
La cama es básica para nuestro descanso y, por tanto, para que nuestra energía sea óptima. Se recomienda disponer de un cabecero que sirva de único nexo entre la cama y la pared; y que esté alejado del recorrido entre la ventana y la puerta. Es más, lo ideal es que no esté frente a la puerta y que se coloque en diagonal respecto a ella, que podamos acceder a este lugar de descanso por los dos lados y que evitemos apoyar la cama sobre una pared que tenga una ventana encima. ¿El motivo? Todas estas precauciones evitarán que nos conectemos con el exterior y nos ayudarán a conciliar el sueño.
Y no olvides orientar la cama de forma adecuada. El Feng Shui asegura que la orientación norte (del cabecero) es la mejor para facilitar nuestro descanso, que la del este nos ayudará a ser optimistas y a crecer, que la del oeste nos permitirá combatir el estrés o la ansiedad y que la del sur nos impulsará a ser más apasionados y a afrontar los nuevos proyectos con energía.
El Feng Shui no es amigo de las vigas ni de los objetos colgantes que puedan estar en el techo del dormitorio, dado que considera que afectan negativamente a nuestro ‘chi’. De forma que, cuanto más plano sea, mejor. Y si no es posible reformarlo para dejarlo así, podremos optar por un dosel que contrarreste este efecto negativo.
Dada su íntima vinculación con la naturaleza, el Feng Shui permite que asociemos la decoración de nuestro dormitorio a un elemento. Si optamos por el fuego, podremos usar colores cálidos, rojizos y anaranjados; si lo hacemos por la tierra, preferiremos tonos terracotas, beiges, ocres y cremas; en el caso del metal, utilizaremos colores como el blanco o los metalizados; si preferimos la madera, recurriremos a las tonalidades verdosas; mientras que, por último, si elegimos el agua nos decantaremos por los azules y negros.
Esta filosofía oriental considera que los objetos simétricos contribuirán a aportar equilibrio en tu vida. Armonía que lograrás alcanzar a través de una distribución similar de muebles y objetos en las dos mitades del dormitorio: con dos mesillas de noche idénticas con su correspondientes lámparas, dos armarios, etc.
Si tienes un espejo en tu dormitorio, ten en cuenta que, para el Feng Shui, pueden alterar nuestra energía interna, deformándola o amplificándola. No en vano, considera este objeto como una puerta o ventana, por lo que no recomienda que nos acompañe en nuestro lugar de descanso. Aunque si crees ‘a pies juntillas’ sus recomendaciones y prefieres no desinstalar el tuyo, ¡siempre podrás taparlo antes de irte a dormir!
El Feng Shui también considera que los objetos rotos – incluida la ropa muy usada – son imanes para las ‘malas energías’. Así que procura tirar todo aquello que no utilices y no olvides renovar las pilas gastadas de tus relojes, porque si estos no funcionan correctamente pueden hacer que tu energía se estanque.
¿Qué te parece el Feng Shui? Si te llama la atención su propuesta, no dudes en aplicar nuestros consejos y en contarnos después los resultados. ¡Estamos deseando conocer tus experiencias!
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