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Tips para mantener la limpieza y el orden en casa

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Si actualmente disfrutas de una casa totalmente ordenada y limpia… ¡enhorabuena! Probablemente hayas trabajado duro en los últimos días para deshacerte de aquellos objetos que no necesitas, para ordenar y guardar tus pertenencias en su sitio y para dejar reluciente hasta el último rincón de tu hogar. Pero una vez que ya has llegado hasta aquí, no te confíes, porque el orden y la limpieza no se mantienen por sí solos.

Y es que, para que todo este esfuerzo que has hecho haya valido realmente la pena, es necesario conocer y aplicar una serie de estrategias que te ayuden a mantener a raya la suciedad y el desorden. Aunque no te preocupes, porque en CULMIA queremos ponértelo fácil y nos hemos encargado de recopilar una serie de consejos que, si los pones en práctica te permitirán tener todo bajo control a tu alrededor.

Tips para mantener la limpieza en casa

Ser constante

El mantenimiento de un hogar implica limpiarlo (junto con lo que hay en su interior) cada pocos días. El polvo y la suciedad tienden a acumularse de forma natural, por lo que la constancia es fundamental para que permanentemente podamos disfrutar de unas condiciones idóneas de habitabilidad.

Si establecemos unas rutinas concretas adquiriremos más fácilmente la costumbre de limpiar, por lo que poco tiempo después de empezar a hacerlo con regularidad nos pondremos a ello con total naturalidad. Por ejemplo, podemos fijar momentos concretos de la semana para ponernos ‘manos a la obra’, como las mañanas de los domingos para quitar el polvo o fregar el suelo de las habitaciones.

No todos los espacios de la casa y objetos se ensucian por igual

Quizá creas que lo ideal es limpiar todos los elementos de la casa de una vez, pero lo cierto es que no todo merece el mismo cuidado. Por ejemplo, probablemente bastará con que limpies el polvo de muebles y habitaciones una vez cada semana, pero el baño merece una atención más especial y deberás desinfectar sus zonas más importantes (como el lavabo o el váter) con agua y productos específicos en torno a tres veces a la semana.

Mientras tanto, la ropa deberás lavarla tras uno o dos ‘puestas’ como mucho, el frigorífico precisará de un repaso a conciencia cada uno o dos meses, las toallas necesitarán pasar por la lavadora cada tres o cuatro usos y también deberás asegurarte de cambiar las almohadas y sábanas cada dos semanas.

Guarda tu calzado en un lugar específico

Se estima que un zapato normal tiene aproximadamente 421.000 unidades de bacterias en su exterior y 2.887 en su interior. Así que no es nada recomendable que, al llegar de la calle, nos paseemos por la casa con ellos puestos. En su lugar, quítatelos nada más entrar, cepíllalos y guárdalos en el lugar que tengas destinado para ellos, como un armario zapatero.

Si ensucias algo, límpialo cuanto antes

Actividades como cocinar o comer pueden hacer que ensuciemos la cocina o el comedor, respectivamente. Esto no es malo de por sí, pero el problema surge si no limpiamos todo en el momento, porque es muy probable que se nos acabe olvidando o lo dejemos pasar y que la zona sucia se convierta en un nido de bacterias o incluso insectos.

Quizá no sea necesario que limpiemos si acabamos de cocinar y tenemos previsto comer inmediatamente. Pero, en su lugar, deberemos quitar toda la suciedad una vez que finalicemos y devolver la limpieza a la cocina, para que la próxima vez que la vayamos a utilizar podamos hacerlo en las mejores condiciones posibles.

La importancia de ventilar

Renovar el aire todos los días también es muy importante para evitar que el polvo y la suciedad se acumulen. Si abrimos todas las ventanas por las mañanas o por las noches, eliminaremos los malos olores que se hayan podido acumular durante horas, respiraremos aire más puro y evitaremos que se concentren en el ambiente sustancias que pudieran ser nocivas, como algunos gases que se producen mientras cocinamos.

Renueva o lava cada pocos días los trapos y bayetas de la cocina y del cuarto de baño

Los trapos y bayetas son muy útiles para recoger la suciedad y limpiar los rincones de zonas delicadas de tu casa, como el fregadero de la cocina, las esquinas de la bañera o ducha o el lavabo. Y, dado que cumplen con una función muy importante, es conveniente que prestemos especial atención para que la suciedad no se acumule en ellos. Lo idóneo es lavarlos o renovarlos cada pocos días, porque si no lo hacemos, es posible que acumulen bacterias y que, al usarlos, contribuyamos a extenderlas por toda nuestra casa.

No acumular basuras

Todo aquello que deseches o no te sea útil, llévalo inmediatamente a la basura. Trata de no dejarlo en una mesa o no lo tires al suelo con la intención de limpiarlo más adelante, porque esto solo te generará más trabajo para después. De hecho, enviar constantemente las cosas a la basura hará que esta se llene, por lo que podrás sacarla con frecuencia y evitarás que se te junten varias bolsas en casa.

Tips para mantener el orden en casa

Cada vez que uses algo, al terminar déjalo en su lugar

Para que tu casa esté ordenada, es necesario que le encuentres un lugar de guardado a todos los objetos que hay en su interior: libros, juguetes, pinturas, herramientas de cocina, etc. Así que, si necesitas utilizar alguno de ellos en un momento dado, no olvides devolverlo a su lugar de guardado una vez que termines. Si no lo haces, es muy posible que pronto el desorden se adueñe de tu casa.

No pretendas tener más cosas de las que necesitas

Quizá estés intentando todo para ordenar tu casa, pero sin resultado. Esto puede suceder porque, sencillamente, tienes más cosas en ella que las que puedes guardar con cierto orden. Y es que la acumulación de trastos y objetos puede acabar siendo un problema en sí misma, sobre todo si no tenemos el espacio suficiente para colocarlos.

Ante esta cuestión, no nos queda otra que iniciar un proceso de cribado en el que mandemos a la basura todo aquello que no nos sea útil. Aunque ni siquiera será necesario llegar a este punto si antes tomamos una decisión drástica: deshacernos de un objeto cada vez que metamos uno nuevo en casa. De esta forma, con el ‘uno por el otro’ nos aseguraremos de contar siempre con un espacio similar sin necesidad de acumular.

Las superficies, siempre lo más limpias posibles

Las mesas, muebles del recibidor o estanterías son, en ocasiones, como ‘imanes’ que nos invitan a dejar en su superficie lo que tengamos en ese momento en las manos. Desde las llaves al bolsillo, pasando por papeles, libros o incluso los objetos que acabamos de comprar y no sabemos dónde poner.

Sin embargo, estos son puntos clave nuestro hogar, porque suelen llenarse fácilmente y, en estos casos, transmiten una gran sensación de desorden. Con lo que no debemos utilizarlos como zonas de ‘paso’ para dejar todo aquello que se nos ocurra por comodidad o indecisión. En su lugar, es preferible que dediquemos dos minutos a devolver el objeto a su lugar original o para decidir dónde ponerlo si lo acabamos de adquirir.

Un poco de orden al acabar el día

Sí, a última hora del día solemos estar cansados. Pero si no hemos sido lo suficientemente cuidadosos para aplicar las reglas básicas del orden durante la jornada, probablemente tengamos que dedicar 15 minutos antes de irnos a dormir para devolver todo a su lugar. Nos referimos a repasar aquellas zonas más importantes, como la cocina o nuestra habitación, para asegurarnos que no dejamos ningún plato o cubierto sin lavar o la ropa fuera de su lugar.

Especial cuidado con la ropa

Que acabemos de mencionar la ropa no es casualidad, porque es uno de los elementos que más difícil puede ponernos el objetivo de mantener el orden en casa. Y es que, al cambiarnos, quizá tengamos la tentación de dejar las prendas sobre la cama, una silla o incluso en el suelo. Gran error, ya que además de crearnos trabajo para después, eliminará de un plumazo la sensación de orden.

Por lo tanto, trata de ser firme en este aspecto y, cuando te quites la ropa, una de dos: guárdala de nuevo en el armario o ropero si es un abrigo o chaqueta y puedes volver a usarla, o deposítala en el cesto de ropa sucia (o lavadora) para lavarla en su momento.

Un pequeño esfuerzo diario te evitará un gran trabajo cada cierto tiempo

En definitiva, si tienes siempre presente la importancia de mantener el orden y la limpieza en casa, podrás incorporar a tu día a día pequeñas rutinas que te permitan disfrutar de un entorno saludable y acogedor.

De hecho, si estás interesado o interesada en ampliar la información sobre este asunto y en conocer a fondo técnicas para disfrutar de un hogar siempre ordenado, no dudes en descargarte aquí de forma gratuita nuestra guía:

¡Esperamos que te sea de gran ayuda!

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