Entrar a vivir en un nuevo hogar suele ser una gran experiencia para cualquier persona. Y es que arrancar un proyecto de vida siempre es ilusionante, especialmente si, para ello, hemos elegido nuestra vivienda ideal y nos hemos encargado de dejarla a nuestro gusto. Lo que incluye también tomar muy en serio su seguridad para estar en condiciones de prevenir cualquier incidente que pueda suceder.
Es más, en la seguridad en el hogar hay que tener en cuenta múltiples aspectos. Por un lado, podemos sufrir un percance o accidente doméstico; mientras que, por el otro, podemos ser víctimas de un delito, como un intento de allanamiento o robo. Y en cualquiera de estos dos casos es fundamental que estemos preparados para reducir los riesgos o incluso para actuar si nos enfrentamos a cualquier percance de este tipo.
Hoy en CULMIA te traemos una serie de recomendaciones para que tomes medidas de seguridad en tu hogar nuevo. ¡Así que sigue leyendo para disfrutar desde hoy de una vida tranquila en tu casa!
Según un estudio llevado a cabo por InterNACHI, en aproximadamente uno de cada tres casos (34 %) los ladrones entran en una vivienda por la puerta principal, mientras que en casi uno de cada cuatro (23 %) lo hacen por la ventana del primer piso o por la puerta trasera (22 %).
En consecuencia, la seguridad en el hogar depende mucho de los puntos de acceso a este: especialmente, de las puertas que dan al exterior, de las ventanas situadas en pisos bajos o en primeros pisos, de patios y jardines; y de terrazas o balcones que estén principalmente a baja altura.
En el caso de una vivienda nueva, lo más seguro es que disfrutes de puertas y ventanas de primera calidad. Pero no te confíes y refuerza todos estos puntos ‘calientes’ de tu casa con todo lo que tienes en tu mano para hacerlo. Por ejemplo, en el caso de las puertas, puedes optar por cerrojos o segundas cerraduras —hay opciones invisibles desde el exterior— para complementar al mecanismo principal de seguridad; o, para ventanas, puedes también recurrir a alarmas con sensores que detecten manipulaciones o roturas.
Una de las mejores formas de incrementar la seguridad en el hogar es instalar un completo sistema de alarma o videovigilancia. En el mercado hay muchas opciones, desde cámaras de uso personal—que te avisan de forma automática si se produce algún movimiento en ella mientras no estás— a servicios de videovigilancia que están conectados a una central para detectar cualquier intrusión y llamar inmediatamente a la policía.
En tu mano está analizar todas las posibilidades que tienes y cuál se adapta mejor a las necesidades de tu vivienda. Pero, eso sí, es importante que te asegures de que la opción que elijas sea anti-intrusión (para detectar cualquier acceso no autorizado), anti-sabotaje (para evitar manipulaciones físicas) y anti-inhibición (para que los delincuentes no puedan detectar la señal de transmisión y, por tanto, bloquearla).
Muchas de las viviendas de obra nueva ya incorporan elementos inteligentes. Y un aspecto básico de cualquier Smart home que se precie es la seguridad, porque la digitalización permite controlar a distancia las videocámaras de las que acabamos de hablar o prevenir accidentes a través de detectores de incendios, de fugas de agua o gas, o incluso de sistemas de monitorización del sistema eléctrico.
Sin embargo, no todos los sistemas de domótica pueden ayudarnos de una forma directa. También los hay que pueden hacerlo de manera indirecta, ya que dependen de nuestro buen hacer. Se nos ocurren, por ejemplo, los mecanismos para automatizar las subidas o bajadas de las persianas, así como para encender/apagar las luces y electrodomésticos.
Y es que, si los programamos a las horas adecuadas, podemos lograr que simulen nuestra presencia en casa cuando no estamos en ella. Algo tremendamente útil para confundir a los ladrones que, antes de entrar a robar, acostumbran a hacer un seguimiento de sus posibles víctimas.
En la línea de lo que acabamos de comentar, si tu hogar nuevo no tiene ya instalados detectores de humo, fuego, gas o fugas de agua, valora seriamente hacerte con ellos. Contar con estas soluciones inteligentes da mucha tranquilidad, porque podrán avisarte si se inicia un fuego o se produce una fuga de gas o agua en las habitaciones donde estén instalados; e incluso, en algunos casos, pueden incluir un mecanismo de extinción preparado para evitar que el incendio vaya a más.
O, si lo prefieres, intenta anticiparte al accidente doméstico con un sensor de temperatura. Este te avisará si percibe una situación de riesgo inminente, como que los grados suban por encima del límite fijado.
Ten siempre presente que los ladrones adoran la oscuridad y los escondites, porque les permiten moverse y actuar con más tranquilidad. Sobre todo, si necesitan entrar en tu casa por el patio, terraza, balcón o jardín.
Si iluminas adecuadamente estos espacios abiertos para las noches y las horas del día con menor visibilidad, podrás disuadirles. E incluso también es recomendable que, para la seguridad del hogar, coloques luces que incluyan sensores de movimiento alrededor de los caminos y las estructuras exteriores, como piscinas o casetas. De esta forma, delatarán cualquier movimiento y reducirán el riesgo de caída o accidente si tú o alguien de tu familia sale cuando hay poca luz.
Y recuerda también cuidar tu jardín en caso de que lo tengas, evitando en la medida de lo posible que queden zonas oscuras. Para ello, corta bien el césped y poda habitualmente los árboles, para que no haya zonas de grandes sombras que limiten la visibilidad en la zona.
Si vas a guardar objetos o bienes de gran valor en tu vivienda, puedes incrementar tu tranquilidad si cuentas con una caja fuerte que te ofrezca un buen nivel de seguridad. De hecho, lo ideal es que esta sea resistente al fuego y al agua, y que cuente con un sistema de cierre/apertura confiable.
Además, antes de comprarla ten en cuenta dónde la colocarás. Puedes elegir una caja fuerte de sobreponer, para instalarla sobre una mesa o mueble, o una empotrada, para colocarla en una pared o hueco del que dispongas. Y también tienes la opción de esconder esta en un lugar seguro de tu casa, como en el suelo bajo una alfombra o detrás de un cuadro. ¡Hasta puedes recurrir a cajas de caudales camufladas en libros, en macetas o rejillas de ventilación!
Tú puedes convertirte en el mejor guardián para la seguridad del hogar. Y tampoco es necesario que hagas un gran esfuerzo, porque en muchos casos bastará con que apliques el sentido común en tu vida diaria. Nos referimos a no hacer todo aquello que pueda comprometer la integridad de tu vivienda.
Por ejemplo, no des información a personas de poca confianza o desconocidos sobre tus planes inmediatos de viajes, porque esta puede llegar a oídos indeseados. Además, cada vez que pases fuera de casa varios días, busca a un familiar o amigo que pueda recoger el correo en tu ausencia o incluso subir/ bajar las persianas de la casa. Y, por supuesto, nunca guardes la llave bajo el felpudo o la maceta que tienes frente a la entrada, porque eso es ponérselo muy fácil a los delincuentes.
Si vas a estar fuera de tu casa durante varios días o semanas, no olvides cerrar todo. Esto incluye todas las ventanas de la vivienda, así como las puertas que den al exterior —principal, trasera, de garaje…—. Y también todas las llaves de paso —gas y agua— para que no haya opción de que te encuentres una desagradable sorpresa al regresar.
Si la adquisición de la casa se hace mediante un crédito hipotecario, en España es obligatorio suscribir un seguro que al menos cubra los daños que pueda ocasionar un incendio. Mientras que este requisito no es obligatorio en los casos en los que la compra se hace al contado.
En cualquier caso, es muy recomendable que, a todas estas medidas de seguridad para el nuevo hogar, añadamos también una póliza que cubra tanto la vivienda (continente) como lo que hay en ella (contenido) en casos como del mencionado incendio, de inundación, de accidente eléctrico o de percance atmosférico. Y si queremos estar todavía un poco más tranquilos, podemos pagar algo más para que el seguro también otorgue coberturas de daños por robo, asistencia tecnológica, reparación de electrodoméstica o daños estéticos.
Todo dependerá de lo que queramos o podamos pagar y, lógicamente, de la importancia que le demos a nuestra casa y a todo lo que hay en ella.
Estas son unas medidas básicas de seguridad para tu hogar nuevo. Pero si quieres complementar esta información, te recomendamos que te descargues a continuación nuestra Guía para estrenar vivienda. ¡Es totalmente gratuita y en ella encontrarás consejos como estos y otros muchos para que empieces tu nueva vida con buen pie!
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