De por sí, mantener el orden en casa puede ser una tarea complicada en el día a día. Y esta sensación se acrecienta si tenemos niños pequeños en el hogar, porque los juguetes suelen ser un imán para el desorden. De hecho, poco importa su tamaño, porque es frecuente que los usen y después los dejen desperdigados por las habitaciones.
Cualquiera que sea madre o padre lo sabe bien. De hecho, la ‘gurú’ del orden en el hogar, la japonesa Marie Kondo, también ha pasado por este trance como madre de tres hijos. E incluso ha llegado a admitir que con sus pequeños no consigue tener su casa tal y como a ella le gustaría.
Pese a ello, ha incorporado nuevas estrategias para poder ordenar los juguetes con el método Konmari, y en este artículo vamos a contarte cuáles sus nuevas claves.
Tener una familia ha cambiado las prioridades de Marie Kondo, tal y como ella misma admite. «Cuando empecé, trabajaba muy duro según mi ideal. Recibía muchas lecciones de limpieza y trataba de ayudar a mucha gente a la vez que adquiría mucha experiencia. Pero ahora quiero pasar más tiempo con mi familia» ha comentado sobre este aspecto en ‘Daily Mail’.
Por ello, asegura que «cuando éramos una familia de dos, mi casa estaba bastante cerca de ese ideal de orden (…). Pero ahora tenemos diferentes prioridades y lo que nos genera alegría es jugar con nuestros hijos, pasar un rato divertido con ellos. Así que si está desordenado no pasa nada, no quiero perder el tiempo enfadándome». Lo que la lleva a dar un nuevo enfoque a su método Konmari: «tus hijos solo son pequeños una vez, así que no te preocupes y disfruta de ese momento».
Su evolución respecto a su forma de ver la vida se ha plasmado en la creación de un nuevo método, el kurashi. Este busca organizar el espacio personal para que cada persona sea capaz de crear su estilo de vida personal. Por lo que reúne varias ideas sencillas para alcanzar la felicidad a partir de las cosas cotidianas, ya que «el objetivo final de ordenar es despertar la alegría de todos los días y llevar una vida feliz».
Así, no solo se trata de poner orden de forma física, sino de algo más: «un bloqueo en un área concreta del proceso de organización siempre se corresponde con otro en un aspecto de la vida de la persona, como sus relaciones o el trabajo» indica la escritora japonesa.
El objetivo es adquirir una serie de rutinas diarias que proporcionen una combinación de paz mental y felicidad, evitando caer en la autoexigencia de tener en todo momento una casa perfecta donde cada cosa esté en orden. «Debemos organizar el corazón y la mente para saber lo que realmente queremos» concluye.
En cualquier caso, no se trata de dejar atrás su filosofía previa, sino de adaptarla a las nuevas necesidades que se nos pueden presentar cuando tenemos niños en casa. Por eso, y antes de nada, si todavía no las conoces, te invitamos a que descubras en este artículo las claves básicas del método Konmari para el orden en el hogar. Además de resultarte muy prácticas en el día a día, te ayudarán a entender mejor los consejos para ordenar los juguetes según este completo sistema.
Tras ello, puedes empezar a aplicar las cuatro grandes recomendaciones para ordenar los juguetes con el método Konmari que propone su propia creadora.
En primer lugar, es básico involucrar a los pequeños en el proceso de ordenar sus juguetes. Así que hay que intentar transmitirles que es una tarea positiva que proporciona diferentes beneficios, porque les permitirá:
Normalmente, el hecho de organizar una habitación se asocia con algo aburrido o tedioso. Por eso, a la hora de ordenar juguetes con el método Konmari, nos interesa inculcar en los niños la idea de que es una tarea positiva que puede ser incluso entretenida. Para ello, podemos intentar ludificarla, es decir, convertirla en un pequeño juego para que se les haga más amena.
Esto debe hacerse prácticamente desde su primer año de vida, a ser posible siempre con una sonrisa en nuestra cara, para que vea que ordenar es satisfactorio. Así, al ordenar con ellos de forma amena, aprenderán su importancia y también descubrirán cómo hacerlo de la mejor manera: utilizando cajas, cestas, estanterías, etc.
Despejar la habitación de un niño puede llegar a convertirse en una tarea diaria. Lo que hoy hemos recogido probablemente mañana esté de nuevo fuera de su sitio, por lo que también es fundamental designar un espacio para cada objeto o juguete. Hacerlo nos permitirá tener siempre muy claro dónde colocar cada cosa al guardarla.
Además, hay que tener en cuenta que no solo es clave que nosotros sepamos cuál es el sitio donde va cada cosa. También debe conocerlo el niño, porque si es así, podrá adquirir más fácilmente el hábito de devolver su juguete a su lugar una vez que termine de utilizarlo.
Probablemente, la forma más sencilla para ti y para tus hijos será fijar un criterio para aplicar el orden. La metodología de ordenar juguetes de Konmari propone hacerlo por categorías, no por lugares, ya que les permitirá ser más independientes a la hora de cogerlos y luego guardarlos. De hecho, ¡procura que aquellos objetos que usen más habitualmente queden en zonas bajas y que sean accesibles para ellos!
La habitación de un niño tiende a ser un lugar donde se acumulan los objetos. Los regalos de Reyes, de cumpleaños, los nuestros o de familiares… pueden hacer que poco a poco se vaya acumulando cosas hasta hacer que el espacio se quede pequeño y todo se desborde.
Para ordenar juguetes con el método Konmari, también tenemos que entender que el orden tiene un límite para ser adecuado, y una vez se sobrepasa este, el desorden acaba mandando. Así que no se trata de guardar o cambiar de sitio las cosas, sino simplemente, de deshacerse de ellas.
En este sentido, debemos prestar atención a todos aquellos juguetes que ya no usa el pequeño o que, por edad, ya no le corresponden. Y hacerle ver que es necesario regalarlos, donarlos o tirarlos para que pueda tener espacio que le permita recibir unos nuevos. Es más, quizá sea interesante realizar una limpieza de este tipo al principio o final de cada año, creando así un hábito.
En definitiva, ordenar es un valor que es fundamental que cada persona aprenda durante su infancia. De ahí la importancia de hacerlo junto a nuestros hijos en el día a día, porque además de disfrutar mejor del espacio de su habitación, adquirirán poco a poco el hábito y ellos mismos participarán del proceso, para aprender y poder trasladar el día de mañana esta organización a otros aspectos de su vida.
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