Este sistema de climatización para el hogar es uno de los más eficientes y sostenibles del mercado, entre otras cosas, porque se alimenta en un 75% de energía renovable.
Hace tiempo que el cuidado del planeta y la búsqueda de la sostenibilidad pasaron a formar parte de las prioridades de los profesionales de la arquitectura. La pregunta de qué es la aerotermia y cómo funciona es hoy una cuestión que se responde con la construcción de edificios que integran novedosos sistemas de climatización que, no solo reducen su huella ecológica, sino que los convierten en soluciones residenciales energéticamente eficientes.
En este contexto, el sistema de aerotermia no es otra cosa que uno de los sistemas de climatización de edificios de más alto rendimiento. Es ecológico, más eficiente y, a la larga, más económico, características todas ellas que lo han convertido en uno de los más populares en la actualidad.
Y no solo eso. Además de en viviendas de obra nueva, este sistema puede instalarse en edificios ya construidos, una condición que lo sitúa en una posición muy interesante, también, en el sector de la reforma y la rehabilitación.
Para entender qué es la aerotermia y cómo funciona hay que partir de una concepción eficiente de la climatización de los edificios. A grandes rasgos, el sistema de aerotermia es un sistema de climatización basado en la obtención de energía gratuita del aire exterior a través de una bomba de calor de última generación. Esa energía del aire puede convertirse en calefacción, agua caliente (ACS) o refrigeración, sirviéndose para ello de una unidad exterior y una o varias unidades interiores.
En la actualidad está considerado uno de los sistemas más eficientes del mercado, no en vano, supone un ahorro que puede alcanzar hasta el 70% aunque varía en función del combustible empleado originalmente (si es que lo hubiera).
De hecho, el único gasto a abonar es el consumo eléctrico requerido para el funcionamiento del compresor aunque por cada kWh empleado es capaz de generar hasta 4 kWh de energía calorífica.
Todo sistema de aerotermia requiere de una unidad exterior y una o varias interiores. A través de un ciclo termodinámico, en el que interviene un gas refrigerante comprimido a muy baja temperatura, el aparato es capaz de extraer el calor del aire exterior.
Sin embargo, las bombas de calor empleadas en este tipo de sistemas de climatización son diferentes a las convencionales y frente a los sistemas de expansión directa o de aire-aire empleados por estos, en la aerotermia se emplean bombas de tipo aire agua. Es el intercambio de calor con el exterior lo que permite calentar el agua y, en definitiva, generar calefacción en invierno, frío en verano o agua caliente sanitaria.
Pero ¿cómo funciona exactamente la aerotermia? La mecánica no es especialmente compleja pero en el proceso intervienen diferentes componentes que son lo que forman parte del circuito. La unidad exterior es la encargada de recoger el aire que, una vez en el aparato, calienta el gas refrigerante y pasa a través del evaporador, el compresor, el condensador y la válvula de condensación que multiplican su calor cediendo, posteriormente, al agua empleada para la calefacción y el ACS.
La eficiencia energética es una de las principales ventajas de un sistema de aerotermia. El rendimiento de este tipo de sistemas es especialmente interesante y, como decíamos líneas atrás, su COP máximo (Coeficient of Performance) o coeficiente de funcionamiento, está en torno a 4 ó 5 o, lo que es lo mismo, por cada kWh eléctrico consumido, el equipo puede producir hasta 4 ó 5 kWh térmicos. Pero aún hay más.
La energía necesaria para su funcionamiento procede en hasta un 75% del aire exterior. Dicho de otro modo, el sistema se alimenta prácticamente en la totalidad de energía renovable por lo que únicamente el 25% restante corresponde al consumo eléctrico con el importante ahorro energético que ello supone.
Eficiente, renovable, sostenible… Las bondades del sistema de aerotermia no terminan ahí. Esta apuesta por la climatización ecológica apenas requiere de mantenimiento y al no producir combustión, resulta más segura que otros sistemas. Además, puede combinarse con diferentes sistemas como suelo radiante o radiadores de baja temperatura y la instalación es más sencilla que la de otras opciones alimentadas con energías no renovables.
Sin embargo, no todo son ventajas. Entre sus principales hándicaps están la inversión inicial -que suele ser superior a la necesaria para la instalación de otros sistemas- o la necesidad de contar con espacio para la instalación de la unidad exterior que, en ocasiones, puede suponer una complicación, sobre todo, en viviendas ya construidas.
Antes de resolver la cuestión y teniendo claro qué es la aerotermia y cómo funciona, es importante aclarar qué es la geotermia. A diferencia de un sistema de aerotermia, este otro se alimenta del calor situado bajo la tierra. Ambas, eso sí, utilizan bombas de calor aunque en el caso de la energía geotérmica se aprovecha la temperatura constante del subsuelo para climatizar el hogar.
Esa estabilidad es uno de los puntos a favor de este sistema que, según los expertos, ofrece un mejor rendimiento que la aerotermia. Sin embargo, ambos son muy eficientes y sostenibles por lo que cualquiera de las opciones resulta óptima para una vivienda ecológica. En todo caso, la aerotermia implica una menor inversión y su instalación es más rápida y sencilla.
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