La pirámide de población española centra sus miras en la longevidad, ya que se ensancha por la cúspide. España dispone de una población en la que casi el 30% se encuentra en la franja de edad entre 55 y 84 años. Como lectura secundaria, y según los datos, podemos sacar el punto de vista positivo y es que, en 2022, España fue de la Unión Europea el país con mayor esperanza de vida, con 83,2 años.
¿Cómo puede influir todo esto en el sector inmobiliario? En este caso, y con más de 9 millones de personas mayores de 65 años en España (representa ahora el 20% de la población, mientras que en 2030 será del 30%) se está generando una revolución inmobiliaria.
El Senior Living, básicamente, es un nuevo modelo de viviendas y de tendencia inmobiliaria que se plantea como una alternativa a la tradicional residencia de personas mayores. Su característica principal es que se centra en las personas mayores de 65 años que son independientes (que poseen una plena capacidad física y cognitiva), de forma que les ofrece una gran cantidad de servicios adaptados a sus necesidades.
En este caso, nos encontramos con distintos tipos de Senior Living:
En España, el Senior Living está experimentando un grado de penetración cada vez más notable. Según datos demográficos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la proporción de personas mayores de 65 años ha ido en aumento, generando un cambio de dinámica del mercado inmobiliario y una creciente demanda de soluciones de vivienda especializadas para la tercera edad.
Este fenómeno demográfico refleja una evolución en las preferencias y necesidades de la población, con un interés creciente en entornos residenciales que no solo aborden aspectos físicos, sino que también promuevan un envejecimiento activo y social.
El impacto del Senior Living en España se extiende más allá de la vivienda, afectando positivamente la calidad de vida de quienes optan por estas soluciones. La adaptabilidad de estas comunidades a las necesidades cambiantes de la tercera edad ha contribuido a su popularidad y al reconocimiento de su importancia en el panorama habitacional actual.
En resumen, el grado de penetración del Senior Living en España es significativo, reflejando una respuesta a la creciente proporción de personas mayores en la población y una evolución en la percepción de las opciones habitacionales adaptadas a las necesidades específicas de la tercera edad.
Es muy común, y más si no dominamos el término, poder confundir el Senior Living con las residencias para mayores. En este caso, la gran diferencia se basa en que las residencias se dirigen, principalmente, a aquellas personas que se encuentran con un cierto grado de deterioro, ya sea físico o cognitivo, o que tal vez tiene algún tipo de dificultad motora o discapacidad y necesitan ayuda.
Por su parte, el Senior Living tiene como condición que los inquilinos tengan plena capacidad física y mental. Y también este modelo de vivienda centra sus miras en aquellas personas mayores que quieran compartir sus vivencias y busquen convivir con otras personas de su edad y, evidentemente, tener todos los servicios.
El cohousing es un modelo de vivienda social asequible que ha nacido como una respuesta a la dificultad que tienen numerosos colectivos de la sociedad para acceder al mercado tradicional de la vivienda, ya sea a través de la compra o del alquiler.
El senior living-cohousing surge a partir de ahí, postulándose como el modelo de cooperativa de los que conviven en un determinado espacio. En otras palabras, es un formato de compra en propiedad. En general, son promociones llevadas a cabo por asociaciones o cooperativas de socios, donde impera la decisión colaborativa y participativa de las personas que lo conforman.
Además del creciente fenómeno del Senior Living, las personas mayores propietarias en España tienen diversas opciones para adaptar su vivienda a sus necesidades cambiantes. Estas alternativas buscan proporcionar entornos habitacionales que fomenten la comodidad, la seguridad y la calidad de vida en la etapa de la tercera edad.
Cada una de estas opciones tiene sus propias ventajas y desafíos, y la elección dependerá de las preferencias individuales, la salud, y las necesidades específicas de cada persona mayor. La diversificación de opciones refleja una creciente conciencia de la importancia de ofrecer soluciones habitacionales adaptadas a las diversas etapas de la vida.
Muchas personas mayores optan por realizar adaptaciones en sus hogares existentes. Esto puede incluir la instalación de rampas, barras de apoyo, o la remodelación de baños para hacerlos más accesibles. Estas modificaciones permiten a los mayores permanecer en sus hogares de toda la vida mientras disfrutan de la independencia.
En lugar de trasladarse a comunidades exclusivamente diseñadas para la tercera edad, algunas personas mayores eligen residir en comunidades activas que no están específicamente orientadas a su grupo de edad. Estas comunidades suelen ofrecer una gama de servicios y actividades, promoviendo un estilo de vida dinámico y social.
La opción de vivir con familiares de diferentes generaciones es cada vez más popular. Las viviendas intergeneracionales pueden ofrecer apoyo mutuo y proporcionar un entorno familiar enriquecedor. Además, el compartir el espacio con miembros más jóvenes puede aportar vitalidad y compañía a las personas mayores.
Para aquellos que requieren un nivel más alto de cuidado, las residencias de atención continuada brindan servicios médicos y de asistencia las 24 horas del día. Estas instalaciones se centran en atender las necesidades de salud y bienestar de los residentes, proporcionando un entorno seguro y cuidado especializado.
Las viviendas colaborativas permiten a personas mayores unirse y compartir un espacio, contribuyendo a los costos y proporcionando compañía. Este enfoque promueve la independencia y la colaboración entre residentes para el cuidado mutuo.
Atendiendo al futuro del sector inmobiliario y al desarrollo de nuevos tipos de productos y servicios, podemos analizar los retos a los que se enfrenta el senior living, de cara a su implantación y crecimiento.
En primer lugar, hay que poner especial foco en la oferta. En este caso, es tan escasa que la mayoría de los inversores se ven obligados a desarrollar por completo el producto. Así, la ubicación juega un papel fundamental, teniendo en cuenta la tendencia creciente de concentración en los núcleos urbanos y el pensamiento de que el público objetivo del senior living no quiere alejarse de su familia.
En segundo lugar, hay que tener en cuenta también todos los costes de suelo y de construcción, que, sin duda, empiezan a incrementarse debido a factores de sostenibilidad. A ello, hay que sumarle el obstáculo de los tipos de interés actuales, y que no permiten el encuadre del modelo financiero.
Otro reto al que deberán enfrentarse los inversores apunta a la búsqueda de buenos operadores que puedan maximizar las tarifas de los Seniors livings y la ocupación, sin dejar lado el cuidado de los usuarios, ya que es un negocio con altos gastos de operación. Por puntualizar, los operadores son aquellos que se encargan de gestionar y suministrar los servicios que demandan los usuarios como, por ejemplo, los de limpieza, asistencia médica o restauración.
Por último, es importante también hacer una reflexión sobre la costumbre cultural. Es decir, tenemos que preguntarnos si las personas mayores de entre 65 y 85 años están dispuestas a pasar a vivir a un Senior Living, teniendo en cuenta que deberán desprenderse de su vivienda habitual para hacer frente al coste de este nuevo modo de alojamiento.
Al explorar el panorama del Senior Living en España, este artículo no solo propone informar, sino también fomentar la interacción y la compresión de las necesidades cambiantes de la sociedad en materia de vivienda.
¡Descubre como Culmia va más allá de las expectativas, creando espacios de vida que se adaptan en cada etapa!
Te recomendamos:
Si estás buscando crear un ambiente acogedor y relajante en tu hogar, la decoración rústica…
Hacer predicciones en el mercado inmobiliario no es sencillo, porque está condicionado por factores sociales,…
‘Comisiones’ es una palabra habitual cuando hablamos de una hipoteca, porque normalmente las entidades bancarias…
Mudarse de vivienda es sinónimo de un aluvión de cambios. No solo personales y materiales,…
En los últimos años, la autogeneración de energía en el ámbito doméstico se ha convertido…