Las ciudades ofrecen interesantes ventajas, como una oferta inmobiliaria mucho más amplia o mayores oportunidades laborales, pero también algunos inconvenientes que es necesario conocer antes de decidirte a convertirlas en tu nuevo hogar.
Sea por elección o por conveniencia, las grandes ciudades son el lugar de residencia elegido por la gran mayoría de los españoles pero, ¿cuáles son las ventajas y desventajas de vivir en una ciudad? ¿Estás buscando una nueva residencia y no tienes claro si apostar por el espíritu cosmopolita de una gran urbe o por la tranquilidad del mundo rural? A continuación, te contamos todas las claves que debes tener en cuenta a la hora de escoger tu nueva vivienda:
Ventajas de vivir en una ciudad
Oportunidades laborales
Las ciudades son el destino perfecto para todos aquellos que buscan nuevas oportunidades laborales, especialmente interesante para jóvenes que dan sus primeros pasos en el mundo laboral y emprendedores. También son muchas las grandes compañías que deciden establecerse en las capitales y grandes ciudades. Actualmente, tampoco podemos olvidar el teletrabajo, una modalidad que puso en valor el confinamiento y que cada vez gana más protagonismo dentro del mercado de trabajo moderno.
Servicios e instalaciones a mano
Una de las grandes ventajas de vivir en una ciudad es poder contar con una red de servicios e instalaciones públicas de calidad mucho más amplia y accesible que en una población pequeña. Entre los más valorados están los servicios médicos, como hospitales, ambulatorios y centros de especialidades, los educativos, desde guarderías, colegios e institutos a universidades y centros de formación profesional, las instalaciones deportivas y zonas recreativas y los transportes públicos.
También destaca la variada oferta comercial, en la que se combina el comercio de proximidad con grandes superficies de distribución y centros comerciales, con un horario mucho más amplio para mayor comodidad de los usuarios.
Amplia oferta cultural y de ocio
Se dice que las grandes ciudades nunca duermen y sus múltiples alternativas culturales y de ocio son el mejor ejemplo de ello. En una ciudad podemos elegir entre ir al cine o al teatro, ver un musical, visitar una exposición, descubrir la gastronomía de todo el mundo a través de sus restaurantes o disfrutar del ocio nocturno en sus bares y discotecas, sin necesidad de largos desplazamientos. Sin duda, una de las grandes ventajas de vivir en una ciudad, que les confiere un carácter abierto y cosmopolita.
Mayor oferta inmobiliaria
En general, las grandes urbes ofrecen un parque inmobiliario mucho más amplio que las poblaciones rurales, lo que multiplica las posibilidades de encontrar una vivienda justo a la medida de tus necesidades. Si estás pensando en estrenar casa, apostar por las ciudades te permitirá optar a una mayor oferta de viviendas de obra nueva, con opciones para todo tipo de familias: pisos de dos, tres o cuatro habitaciones, apartamentos, estudios, dúplex, áticos, chalets adosados o casas en el extrarradio, para los que buscan una vida más tranquila…
Además, las nuevas promociones dan cada vez más importancia a la vivienda sostenible, buscando la máxima eficiencia energética para reducir el consumo y minimizar el impacto sobre el medio ambiente.
Desventajas de vivir en una ciudad
Ritmo de vida más estresante
Las ciudades son sinónimo de actividad, de gente en constante movimiento, de tráfico… Desplazarse dentro del núcleo urbano de las grandes urbes es mucho más complicado, sobre todo si no puedes prescindir de tu coche, por lo que el estrés y las prisas son compañeros habituales dentro del día a día de sus habitantes. Como consecuencia, muchos urbanitas optan por invertir en una segunda residencia en pueblos y zonas rurales, donde poder relajarse y desconectar del ajetreo de la vida urbana.
Coste de vida más elevado
Si bien es cierto que una ciudad grande ofrece una cartera de productos y servicios mucho más completa, incluida una mayor oferta inmobiliaria, el coste de los mismos también resulta más elevado comparado con la vida en un pueblo, lo que supone una de las principales desventajas de vivir en una ciudad.
Antes de escoger tu nueva vivienda, ten en cuenta todos los gastos añadidos que supondrá su ubicación de nueva residencia: gastos de desplazamiento hasta el trabajo o el colegio, aparcamiento, educación, ocio…
Contaminación y ruido
Los altos niveles de contaminación y ruido de las grandes ciudades, siempre en movimiento, son uno de los principales motivos por los que muchos deciden cambiar de aires y empezar una nueva vida en el mundo rural que les permita disfrutar de una vida mucho más tranquila en un entorno más saludable, en contacto directo con la naturaleza.
Problemas de movilidad
Como hemos comentado anteriormente, desplazarse dentro de una gran ciudad en un vehículo particular no siempre resulta una tarea fácil y siempre suele requerir grandes dosis de paciencia. Los atascos y los problemas de aparcamiento gratuito constituyen dos de las principales desventajas de vivir en una ciudad.
Como alternativa, en los entornos urbanos se ha potenciado el uso del transporte público, como el metro y el autobús, y han aparecido nuevas formas de transporte sostenible, como las bicicletas eléctricas o los patinetes.
Menor oferta en determinados tipos de viviendas
En las grandes ciudades, especialmente después del confinamiento, los pisos con terraza o las casas con jardín privado o con piscina se han convertido en las viviendas más codiciadas. Su oferta reducida y su gran demanda hace que estos inmuebles sean los primeros en venderse, aunque su precio sea más elevado. De igual forma, también puede resultar complicado encontrar vivienda en los barrios más céntricos, tanto dentro del mercado de compra venta como el de alquiler.
Menos vida comunitaria
Aunque la población de las ciudades sea mucho mayor que la de los pueblos, la forma en la que nos relacionamos dentro de este entorno hace que el riesgo de aislamiento social sea mayor, ya que los vínculos comunitarios son menos estrechos.
Como ves, si bien residir en una gran ciudad tiene muchos aspectos positivos, el estilo de vida urbano también cuenta con peculiaridades que es necesario considerar cuidadosamente, ya que no todos son capaces de seguir su ritmo vertiginoso.
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