A la hora de buscar una nueva ciudad donde residir, es habitual que valoremos, por encima de otras cosas, la tranquilidad y la posibilidad de disfrutar de un alto nivel de vida sin comprometer nuestro bolsillo. Por eso, hoy queremos hablarte de una de esas localidades donde podrás encontrar todo lo que necesitas, a un precio asequible y en un entorno tan acogedor como mágico: Salamanca.
Y es que, aunque no esté densamente poblada ni su nombre suela competir con otros lugares de residencia atractivos como Madrid, Barcelona, Sevilla, Mallorca o San Sebastián, podemos asegurarte que, si eliges vivir en Salamanca, no terminarás arrepintiéndote. ¿Quieres saber por qué? ¡Sigue leyendo y descúbrelo!
Salamanca es el municipio capital de la provincia homónima. Se encuentra al suroeste de Castilla y León y, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2023 tenía una población de 143 954 personas, lo que representa prácticamente el 44 % total de la provincia. Además, su superficie es de 39 km2, por lo que no es una ciudad particularmente densa: se estima que la habitan poco más de 3.600 personas por km2.
Por lo demás, cuenta con un presupuesto anual que se acerca a los 185 millones de euros; así como un clima mediterráneo con características de clima continental. Esto significa que sus inviernos suelen ser fríos (de bajas temperaturas, con medias de 4-5 °C) y secos, mientras que sus veranos tienden a ser cortos y calurosos, ya que sus temperaturas habituales en esta época del año acostumbran a rondar los 30°C.
Y si le das mucha importancia a las horas de sol, toma nota, porque Salamanca es una de las mejores opciones posibles en este aspecto: tiene aproximadamente 3 262 horas de luz solar al año y únicamente 66 días de lluvia, de forma que no te obligará a sacar mucho el paraguas mientras te encuentres en ella.
Veamos algunas razones de peso para elegir esta ciudad por delante de otras:
No hay muchas ciudades españolas que puedan rivalizar con Salamanca en lo que respecta a su calidad de vida. Según Numbeo, la base de datos colaborativa sobre países y ciudades —y que tiene en cuenta aspectos como el coste de la vida, el poder adquisitivo, la asequibilidad de la vivienda, la contaminación del agua y el aire o el nivel de criminalidad— es la 12ª ciudad española mejor clasificada en este aspecto.
Se trata, además, de una visión que ratifican sus propios ciudadanos. En 2019 el Ayuntamiento salmantino realizó un estudio de percepción ciudadana que reveló que 9 de cada 10 salmantinos consideraba entonces como “excelente” el nivel de vida de la urbe, así como que el 64,8 % de ellos consideraba que su calidad de vida de los 5 años previos estaba “bien o muy bien” y que la valoración media de sus 44 servicios municipales era de notable (7,3), con 27 de ellos por encima de esta nota.
Este aspecto está muy ligado a la propia calidad de vida, pero merece la pena que lo mencionemos por sí solo. Según datos de ‘Expatistan’, vivir en Salamanca es hasta un 27 % más económico que hacerlo en Madrid, siendo la vivienda el aspecto donde más ahorro se puede lograr: hasta un 42 %. Esto significa que el coste medio mensual estimado para una sola persona es de, aproximadamente, 1 175 euros.
Salamanca es una ciudad de docencia, dado que cuenta con una de las universidades más importantes de España y de Europa. No en vano, es la más antigua del país, ya que fue fundada en el año 1218 por el Rey Alfonso IX y en 1254 ya era considerada por el papa Alejandro IV como una de las cuatro universidades más importantes del mundo. Ocho siglos de la historia en los que ha visto pasar a personalidades tan importantes como Hernán Cortes, Calderón de la Barca, Luis de Góngora, Miguel de Unamuno o Adolfo Suárez.
Actualmente cuenta con cerca de 30.000 estudiantes que se dividen en nueve campus diferentes, algunos de ellos situados en otros lugares como Ávila, Zamora o Béjar, así como en 26 facultades y escuelas superiores. De hecho, tiene el ratio de matriculaciones más alto de España por cada 100 000 habitantes, con entre 4 125 y 7 035 estudiantes, lo que redunda también en el alto nivel educativo de su población: más de uno de cada tres salmantinos (34 %)de entre 25 y 64 años ha cursado este tipo de estudios.
Al tratarse de una ciudad universitaria, Salamanca nunca envejece: hay una enorme oferta cultural y social para las horas del día en las que hay caído el sol, por lo que los más jóvenes pueden disfrutar de ‘marcha’ en bares, pubs y discotecas, pasear de madrugada por sus animadas y luminosas calles o incluso escuchar a la tuna.
Y para aquellos que busca planes algo más tranquilos, la oferta tampoco decae. A su nutrido programa de conciertos se suman actuaciones teatrales, cine y eventos festivos en plena calle durante los meses más calurosos del año. Por no mencionar citas ineludibles, como la Feria del Libro, el Festival Internacional de Artes de Castilla y León, o las Ferias y Fiestas de Salamanca que tienen lugar durante el mes de septiembre.
Salamanca es una ciudad no muy grande, ya que puedes conocer lo más importante que puede ofrecerte en un fin de semana. Y si vives en ella, probablemente en muchas ocasiones podrás desplazarte a pie para ir de un lado a otro sin perder mucho tiempo. Aunque si, a la hora de la verdad, necesitas hacer uso de su red de transporte público, tampoco tienes razones para preocuparte, porque a buen seguro que cumplirá con tus expectativas.
En 2019 el portal de alquileres vacacionales ‘Holidu’ la clasificó entre las 10 mejores de España en cuanto a eficiencia y valoró este aspecto con una puntuación de 8,26 sobre 10, dado que desplazarse por sus calles en autobús urbano supone dedicar 9 minutos y 29 segundos por kilómetro, con la ventaja añadida de ser también una opción realmente barata.
Además de su Universidad, si de algo presume Salamanca es de su Plaza Mayor. ¡Y como para no hacerlo! Construida a principios del s. XVIII a partir de un proyecto del arquitecto Alberto de Churriguera, es reconocida como una de las plazas monumentales urbanas más bellas e importantes de Europa.
Se encuentra en el centro de la ciudad y destaca por su forma en cuadrilátero irregular soportalado. En ella es posible encontrar el Ayuntamiento y la estatua del rey Fernando III El Santo, así como diferentes pabellones con referencias a grandes personajes históricos y culturales.
En la ciudad charra se disfruta de la comida desde el primer minuto, porque sus tapas están entre las más sabrosas del panorama nacional: palomas de ensaladilla rusa, jamón, chorizo, lomo, panceta… hay muchas formas de abrir boca en Salamanca, y todas ellas están riquísimas.
En cualquier caso, vivir en Salamanca no implica conformarse solo con las tapas. También hay platos para activar tus sentidos, como el hornazo (una empanada rellena de carne), la chanfaina (arroz con cordero, cebolla, pimentón…), las rosquillas de Ledesma o el famosísimo Jamón de Guijuelo.
Destaca por ser una de las zonas más jóvenes y llenas de vida de la ciudad. No en vano, ofrece a sus vecinos uno de los parques más grandes de Salamanca, situado en una parcela de 7,6 hectáreas y que está ubicada a las orillas del Río Tormes. Este tiene más de 60 especies diferentes de plantas, largas calles de paseo, un pequeño parque infantil y un estanque de agua artificial, además de zona de aparcamiento y carril bici.
En CULMIA elegimos expresamente este excepcional enclave para nuestra promoción de obra nueva Fernando Pessoa. La misma ya se encuentra vendida al 100 %, pero destaca por ser un complejo de 56 viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios con garaje y trastero, con diferentes modalidades de pisos para adaptarse a las necesidades de nuestros clientes.
Además, sus residentes ya disfrutan de piscina comunitaria, zonas ajardinadas y zona de juegos, además de edificios con ascensores con puertas automáticas y garaje con acceso directo. Sin olvidar sus extraordinarias características de innovación y sostenibilidad, dado que las viviendas cuentan con calificación energética A en lo relativo a consumo de energía y emisiones. Es más, los edificios tienen paneles solares comunitarios para facilitar la producción de agua caliente sanitaria con un gasto mínimo y favoreciendo al medioambiente.
Si no te importa el bullicio propio de ser la zona más visitada y recorrida de la ciudad, el Barrio Antiguo es una opción perfecta para vivir en Salamanca. Se trata de un rincón que respira historia y cultura por los cuatro costados, ya que en sus veteranas calles se pueden encontrar un gran número de puntos de interés: desde las mencionadas Universidad de Salamanca y Plaza Mayor a las dos Catedrales charras (la Vieja de estilo románico y la Nueva de estilo gótico tardío), pasando por la Casa de las Conchas o el Convento de San Esteban.
El barrio más grande y poblado de Salamanca es también uno de sus principales puntos neurálgicos, dado que ofrece unas magníficas conexiones de transporte público con el resto de la ciudad. Para encontrar sus orígenes hay que remontarse a finales del s. XIX, aunque su gran expansión no se dio hasta la segunda mitad del siglo pasado, cuando se desarrollaron sus principales proyectos urbanísticos y empezó a disfrutar de una amplia oferta de servicios y ocio.
De esta forma, actualmente es un barrio multicultural, con una gran vida comercial y que ofrece todo lo necesario para que las familias puedan establecerse y cubrir todas sus necesidades.
En contraste con el toque más clásico del Barrio Antiguo o de Garrido, la zona de Van Dyck ofrece un ambiente joven ideal para salir y disfrutar de buenos ratos junto a la familia o los amigos. De hecho, está considerado como uno de los mejores lugares de España para salir a tapear y tomar algo, por lo que entre septiembre y mayo es punto de encuentro para miles de estudiantes universitarios que disfrutan de sus pinchos en las terrazas y el interior de bares y restaurantes.
En definitiva, el ocio y la buena gastronomía están asegurados en el Barrio de Van Dyck, por lo que te lo recomendamos para vivir en Salamanca si te consideras una persona urbanita y muy sociable.
¿Qué te parecen Salamanca y sus ventajas? Como ves, es una ciudad tranquila y abierta que aúna, de la mejor forma, la historia y la cultura con la innovación y el talento joven. Por ello, no solo es una opción idea para disfrutar de una escapada de puente o de fin de semana, sino también para iniciar un nuevo proyecto de vida junto a los tuyos.
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